Dieta antiinflamatoria para mejorar los signos de la esclerosis múltiple
Algunas infecciones por virus y por bacterias, condiciones autoinmunes, situaciones de estrés, exposición a toxinas y factores hereditarios se han considerado como factores de riesgo para el desarrollo de la esclerosis múltiple.
Así como diversas investigaciones han logrado evidenciar estos factores, estudios han demostrado favorables resultados frente a la capacidad que puede tener una dieta saludable para ayudar en el manejo de los síntomas de la esclerosis múltiple como fatiga, dolor y vértigo.
¿Cómo alimentarse sanamente?
La recomendación principal se basa en evitar los alimentos que se asocian con reacciones alérgicas o con procesos inflamatorios, por lo que las dietas antiinflamatorias funcionan muy bien para pacientes con esclerosis múltiple.
La mielina es una capa que protege los tejidos nerviosos y evita que estos se deterioren o lleguen a un estado de desmielinización, abriendo paso a la formación de lesiones que se caracterizan por ser espesas y rígidas (escleróticas), generando fallas en la correcta transmisión de los impulsos nerviosos. Y precisamente estas fallas ocurren cuando hay periodos de inflamación crónica que alteran la capa.
Evita los alimentos con efecto inflamatorio
El consumo excesivo de azúcares está asociado con periodos de inflamación, que pueden ir desde intensos hasta crónicos. Algunos de los alimentos que debes evitar son:
- Pastas.
- Arroces.
- Galletas.
- Bollería.
- Grasas Trans.
- Edulcorantes artificiales.
- Patatas.
Incrementa la ingesta de alimentos antiinflamatorios3
Así como algunos productos pueden afectar, existen alimentos que actúan como antiinflamatorios naturales y pueden contribuir a reducir la inflamación y a que te sientas mejor. Entre ellos:
- Cúrcuma.
- Ajo.
- Orégano.
- Romero.
- Jengibre.
- Nueces.
- Verduras de hoja verde.
- Brécol, coles de Bruselas, espinacas, repollo.
- Pescados.
- Frutas con alto contenido en vitamina C (Fresas, Kiwi, Piña, Melón, Cerezas).
Consulta con tu médico de cabecera y con tu nutricionista un plan de dieta antiinflamatoria que se adapte a tus necesidades y en el que se tenga en cuenta tu estado de salud, si sufres algún tipo de alergia u otros aspectos particulares.
“La alimentación influye en la microbiota, el equilibrio entre bacterias beneficiosas y dañinas, en el tracto digestivo, y la microbiota influye en el sistema inmunológico”, asevera el portal Con La EM.
Dietas Occidentales
Diversos estudios han observado que, por lo general, las dietas occidentales que se caracterizan por el consumo excesivo de carnes rojas, alimentos procesados, grasas saturadas, azúcares refinados y muy poca ingesta de fibra y vitaminas.suelen incrementar los procesos inflamatorios por:
- Su alto contenido en calorías.
- Elevados niveles de sal.
- Grasas de origen animal.
- Bebidas edulcoradas.
- Alimentos fritos.
- Escasez de fibra.
Sumado a este tipo de alimentación o de dieta, si el paciente no realiza algún tipo de actividad física, el resultado es un mayor riesgo de inflamación crónica y unos síntomas más intensos.
Por el contrario, si se maneja una dieta equilibrada y guiada por un especialista y adicional a ello, se practica alguna actividad que incluso puede ser caminar durante 30 minutos al día, es posible reducir la respuesta inflamatoria en casos de esclerosis múltiple remitente-recurrente y primaria progresiva.
Algunos estudios destacan la propiedad antiinflamatorio de alimentos como:
- Verduras de hoja verde y pescados.
- Tomate.
- Aceite de oliva.
- Manzanas.
- Semillas como la de lino.
Recuerda que una dieta sana y balanceada también puede ayudarte a prevenir otras condiciones como la obesidad, problemas cardiovasculares y a mejorar la fatiga que es un signo característico de la esclerosis múltiple.
Fuente Con La EM.