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Historias BeHealth

De médico a paciente, el viaje de resiliencia del Dr. Humberto Guiot

La vida del Dr. Humberto Guiot, un reconocido médico especialista en medicina interna y enfermedades infecciosas, cambió radicalmente cuando, inesperadamente, pasó de ser médico a convertirse en paciente. Hoy, en una entrevista profunda y conmovedora, comparte su experiencia como sobreviviente de cáncer pancreático, una de las enfermedades más agresivas y difíciles de tratar. Su historia es un testimonio de fortaleza, fe y la importancia de la investigación científica.

«¿Cómo estoy ahora? Muy bien. Me siento profundamente agradecido».

El Dr. Guiot inició la entrevista contando cómo, después de un largo tratamiento, múltiples rondas de quimioterapia, una cirugía compleja y meses de recuperación, hoy puede afirmar con certeza que su vida ha cambiado para mejor.

“Cada día que me levanto, varias veces al día, doy gracias por esta oportunidad”, confiesa. A pesar de lo devastador que fue su diagnóstico, el Dr. Guiot asegura sentirse más pleno que nunca. Reflexiona sobre su pasado, cuando vivía con dolores persistentes y un desgaste físico que lo fue alejando de su rutina diaria, sin imaginar que enfrentaba una enfermedad tan seria. Hoy, sus palabras están cargadas de gratitud: “De verdad, a cada momento me siento inmensamente agradecido por el giro que ha dado mi vida, porque hace unos meses mi historia era completamente diferente”.

El inicio de una transformación: señales ignoradas

Todo comenzó en las Navidades de 2022, cuando su cuerpo empezó a enviar señales claras de que algo no estaba bien. Como decano de la Escuela de Medicina, presidente de la Sociedad de Enfermedades Infecciosas de Puerto Rico y cuidador principal de su madre, el Dr. Guiot llevaba una vida intensa, repleta de responsabilidades. Con dolores persistentes en el flanco izquierdo y una pérdida de peso inexplicable, atribuyó estos síntomas al exceso de trabajo. Pero la realidad era otra.

“Los dolores se hicieron insoportables. No me dejaban dormir y las actividades que antes disfrutaba ahora me resultaban difíciles de tolerar”, recuerda. Tras múltiples análisis y estudios que no arrojaban respuestas concluyentes, el Dr. Guiot siguió insistiendo, convencido de que algo andaba mal. Fue esta persistencia la que eventualmente llevó a un diagnóstico inesperado.

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«Esa llamada cambió mi vida».

El punto de inflexión llegó a principios de marzo de 2023, cuando un colega le informó sobre una masa en su riñón. “Nunca imaginé que algo tan grave estuviera ocurriendo”, admite el doctor, quien aún no había cumplido 50 años y no tenía antecedentes familiares de cáncer pancreático. A pesar de la sorpresa inicial, mantuvo la calma, aunque con el paso de los días descubrió la gravedad de su condición: el origen de la masa no estaba en el riñón, sino en el páncreas.

El cáncer pancreático es conocido por su agresividad y bajas tasas de supervivencia. “Fue un golpe duro”, confiesa. Pero incluso en los momentos más oscuros, encontró fuerzas en su familia, especialmente en su madre, quien a sus más de 80 años estaba en remisión de cáncer. “Recuerdo que pensé: ‘No puede ser que me vaya primero que mamá. No puedo dejarla sola’. Esa idea fue lo que me hizo agarrarme a la vida con todas mis fuerzas”.

El desafío del tratamiento: resiliencia ante la adversidad

Tras obtener una segunda opinión en Estados Unidos, los especialistas confirmaron el diagnóstico y recomendaron iniciar quimioterapia en Puerto Rico, un tratamiento agresivo que combinaba cuatro medicamentos potentes. La quimioterapia trajo consigo efectos secundarios severos: pérdida de peso, alteraciones en el sabor, intolerancia al frío y cosquilleo en las extremidades. “La quimioterapia no solo afecta físicamente, sino que impacta todos los aspectos de tu vida”, afirma. Pero incluso en medio de este proceso difícil, el Dr. Guiot encontró motivos para seguir adelante. “Siempre he defendido la importancia de las transfusiones de sangre, pero vivirlo desde ‘el otro lado de la camilla’ fue una experiencia impactante. Saber que necesitas esa transfusión para seguir adelante te hace ver cuán vital es la solidaridad de los demás”.

Finalmente, tras varias rondas de quimioterapia, llegó el momento de someterse a una cirugía extensa. Fue una intervención compleja que requirió la colaboración de tres equipos quirúrgicos y resultó en la extracción del tumor y de varios órganos comprometidos. “Si hubiera tenido diez años más, o incluso cinco, mi cuerpo tal vez no habría tolerado el tratamiento”, reflexiona. “Esto ocurrió en el momento en que tenía que ocurrir”.

Una nueva perspectiva como médico

La experiencia de ser paciente transformó profundamente su visión como médico. Durante su recuperación, tuvo que tomar decisiones difíciles, como renunciar a su rol de decano y dejar de atender pacientes por más de un año. Sin embargo, esta pausa le permitió redescubrir su vocación. “Todos los días pensaba: ‘Si algún día puedo regresar, quiero estar frente a frente con los pacientes. Quiero volver a participar activamente en su cuidado, hacer una diferencia en sus vidas’”.

En abril de 2024, tras recuperarse, regresó a su práctica médica con un renovado sentido de propósito. “Ahora, cada vez que estoy frente a un paciente, lo hago con alegría. Las largas horas o los retos ya no me abruman como antes. En lugar de cansancio, siento gratitud”, asegura. Su experiencia lo llevó a concentrarse en lo positivo y a valorar cada momento de su vida profesional y personal.

«Mi mensaje es uno de esperanza».

El Dr. Guiot enfatiza la importancia de la investigación científica en su recuperación. Después de no responder bien al tratamiento convencional, fue un estudio de investigación el que le permitió acceder a un medicamento que transformó su situación. “Ese medicamento ha tenido un impacto significativo en mi salud. Todas las lesiones desaparecieron, mis laboratorios están normales, y he podido reincorporarme a mis funciones profesionales”.

Hoy, su mensaje está cargado de esperanza: “Aunque enfrentemos un diagnóstico difícil, hay alternativas que pueden convertir estas enfermedades en condiciones crónicas manejables, permitiéndonos llevar una vida plena y normal”. Su historia es un recordatorio de que, incluso en medio de los mayores desafíos, la vida puede sorprendernos con segundas oportunidades.

El Dr. Guiot se dirige especialmente a pacientes y cuidadores: “No se rindan. Hay tratamientos que pueden hacer la diferencia, y hay razones para seguir luchando. Es posible vivir, servir y disfrutar de la vida, incluso en medio de grandes retos”.

“Cada día que estoy aquí, agradezco por la oportunidad de seguir haciendo lo que amo y por poder compartir este mensaje de esperanza con quienes lo necesiten”. 

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Mira la entrevista completa aquí:

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