ABC para el cuidado de pacientes con estoma digestivo
El cuidado de un paciente con un estoma digestivo es un proceso esencial para garantizar una vida digna y funcional tras una intervención quirúrgica. Este procedimiento, que implica exteriorizar una parte del intestino a través de la pared abdominal para facilitar la eliminación de desechos, puede ser temporal o permanente, dependiendo de las circunstancias médicas del paciente.
¿Qué es un estoma digestivo?
Un estoma digestivo consiste en la exteriorización del íleon o el colon a través de una abertura en la pared abdominal, lo que permite que las deposiciones se recojan en una bolsa adherida a la piel del paciente. Existen dos tipos de estomas digestivos:
- Colostomía: Exteriorización de una parte del colon o intestino grueso.
- Ileostomía: Exteriorización del íleon, parte del intestino delgado.
La elección entre estos dos tipos de estomas depende de la parte del tracto digestivo que se vea afectada y necesite intervención.
Características de las heces
Las características de las heces variarán dependiendo del tipo de estoma:
- En la colostomía, las heces suelen ser de color marrón, con una consistencia semi-líquida, pastosa o formada, dependiendo de la localización de la intervención.
- En la ileostomía, las heces son de color amarillento, más líquidas, y suelen contener jugos intestinales que pueden irritar la piel si entran en contacto prolongado.
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Tipos de dispositivos
El mercado ofrece diversos dispositivos para la recolección de deposiciones, los cuales pueden adaptarse a las necesidades y estilo de vida de cada paciente. Los dispositivos más comunes incluyen:
- Bolsas de una pieza: Estas integran bolsa y disco en una sola unidad, y pueden estar abiertas o cerradas, con o sin filtro.
- Bolsas de dos piezas: Consisten en una placa que se adhiere a la piel y una bolsa que encaja en la placa. Estas también pueden estar abiertas o cerradas, con la posibilidad de tener un filtro para gases.
Cuidados diarios del estoma
El cuidado adecuado del estoma es esencial para prevenir infecciones y complicaciones. Algunos de los pasos clave para la higiene del estoma incluyen:
- Retirar el dispositivo con cuidado, de arriba hacia abajo, sujetando la piel alrededor del estoma.
- Limpiar el estoma y la piel circundante con agua y jabón neutro, utilizando una esponja suave.
- Secar la zona con una toalla sin frotar, y no alarmarse si aparece un poco de sangre, ya que la mucosa del estoma está altamente vascularizada.
- Cambiar el dispositivo según el tipo que se use. Si es de una pieza, se recomienda cambiarlo cada 24 a 48 horas. Si es de dos piezas, se cambia la bolsa cada 24 a 48 horas y la placa cada 3 o 4 días.
Es importante utilizar dispositivos que se adapten al tamaño del estoma, que puede cambiar de tamaño con el tiempo. Los dispositivos precortados son útiles para estomas redondos, mientras que los recortables son más indicados para estomas irregulares.
Alimentación y estilo de vida
Los pacientes con estomas digestivos no necesitan una dieta restrictiva, pero deben tener ciertas precauciones para evitar problemas como gases, diarrea o estreñimiento. Algunos consejos incluyen:
- Evitar un aumento excesivo de peso.
- Consumir yogures naturales e infusiones.
- Beber entre 1.5 y 2 litros de agua al día.
- Evitar las bebidas carbonatadas y alimentos que puedan producir gases como cebolla, col o legumbres.
- Para evitar el estreñimiento, se recomienda aumentar el consumo de ensaladas, frutas y pan integral.
Impacto emocional y social
El ajuste a vivir con un estoma puede ser desafiante tanto a nivel físico como emocional. El apoyo psicológico y la orientación de especialistas en enfermería pueden ayudar a los pacientes a sobrellevar los cambios, adaptarse a su nuevo estilo de vida y mantener una rutina normal.
La higiene adecuada, el uso de dispositivos especializados y una dieta balanceada permiten que las personas con estoma disfruten de una buena calidad de vida, manteniendo su bienestar general.
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