¿Cuáles son los síntomas de una trombosis venosa profunda?
La trombosis venosa profunda tiene síntomas clásicos, como inflamación, dolor, calor y enrojecimiento en la pierna, según refieren los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Sin embargo, cerca del 30 o el 40% de los casos pasan desapercibos, ya que no se presentan los síntomas habituales. De hecho, algunas personas no se dan cuenta de que tienen un coágulo en una vena profunda hasta que este provoca una enfermedad más grave.
Los coágulos en venas profundas, en especial los que ocurren en los muslos, pueden soltarse y viajar a través del torrente sanguíneo. Si el coágulo se aloja en una arteria en los pulmones, puede obstruir el flujo de sangre y provocar una enfermedad llamada embolia pulmonar. Este trastorno ocasiona un daño grave a los pulmones y reduce los niveles de oxígeno en la sangre, lo que también puede afectar otros órganos.
En general los signos y síntomas de la trombosis venosa profunda pueden incluir:
- Hinchazón en la pierna afectada: Rara vez la hinchazón aparece en ambas piernas.
- Dolor en la pierna: La mayoría de las veces el dolor empieza en la pantorrilla y se siente como un calambre o una inflamación.
- Enrojecimiento o decoloración en la pierna.
- Sensación de calor en la pierna afectada.
Ante cualquiera de estos síntomas es necesario acudir de inmediato ante un especialista de salud, así como ante las siguientes manifestaciones de una embolia pulmonar, complicación de la trombosis venosa profunda que pone en riesgo la vida:
- Dificultad repentina para respirar
- Dolor o molestia en el pecho que empeora cuando respiras profundo o cuando toses
- Sensación de aturdimiento, mareo, desmayo
- Pulso acelerado
- Respiración rápida
- Tos con sangre