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Consejos para mejorar tu calidad de vida viviendo con polimialgia reumática

La polimialgia reumática (PMR) es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta principalmente a personas de la tercera edad. Esta condición causa dolor, rigidez y malestar general, afectando con mayor frecuencia los hombros, la parte superior de la espalda, y las caderas. Si bien es una enfermedad debilitante, con el tratamiento adecuado es posible controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida. A continuación, profundizaremos en las causas, los síntomas, el diagnóstico y las opciones de tratamiento para quienes padecen esta enfermedad.

¿Qué es la polimialgia reumática?

La PMR es un trastorno inflamatorio que se caracteriza por un dolor generalizado y rigidez muscular. A menudo, estas molestias se presentan en los hombros, caderas y cuello. Los síntomas pueden ser tan intensos que afectan las actividades diarias más simples, como levantarse de la cama, vestirse o caminar. Esta condición es más frecuente en personas mayores de 70 años y es extremadamente rara en personas menores de 50 años. Además, las mujeres caucásicas son más propensas a padecerla que los hombres.

Aunque no es una enfermedad mortal, la polimialgia reumática puede durar entre uno y cinco años. En algunos casos, las personas experimentan una remisión espontánea, mientras que en otros, los síntomas pueden reaparecer después de un período de inactividad.

Causas de la polimialgia reumática

Aunque la causa exacta de la PMR no se comprende completamente, se cree que es una enfermedad autoinmune, lo que significa que el propio sistema inmunitario del cuerpo ataca los tejidos sanos por error. Los científicos sugieren que tanto los factores genéticos como los ambientales juegan un papel en su desarrollo. Las infecciones virales, aunque no son confirmadas como una causa directa, podrían desencadenar la inflamación en personas genéticamente predispuestas. Además, dado que la PMR afecta predominantemente a personas mayores, es posible que el proceso de envejecimiento también esté vinculado al desarrollo de la enfermedad.

Si bien la PMR afecta principalmente a las articulaciones y músculos, alrededor del 15% de los pacientes también desarrollan arteritis de células gigantes, una afección inflamatoria grave que afecta los vasos sanguíneos, principalmente los del cuero cabelludo, la cabeza y el cuello. Esta enfermedad puede llevar a complicaciones severas si no se trata, como la pérdida de visión.

Síntomas de la polimialgia reumática

Los síntomas de la PMR suelen aparecer de manera gradual, aunque en algunos casos pueden manifestarse repentinamente. El síntoma más común es la rigidez matutina, que empeora después de periodos prolongados de inactividad. La rigidez y el dolor pueden ser lo suficientemente intensos como para limitar los movimientos, y esto, a su vez, puede provocar debilidad muscular debido a la falta de uso.

Lee más: Diferencias entre la fibromialgia y la polimialgia: lo que necesitas saber

Las áreas comúnmente afectadas incluyen:

  • Glúteos
  • Caderas
  • Cuello
  • Muslos
  • Parte superior de los brazos y hombros

Además de los dolores musculares y la rigidez, otros síntomas comunes son:

Si la PMR se asocia con arteritis de células gigantes, los pacientes también pueden experimentar dolores de cabeza persistentes, sensibilidad en el cuero cabelludo, visión borrosa o pérdida temporal de la visión, y dolor en la mandíbula al masticar. Estos síntomas deben tomarse muy en serio, ya que la arteritis de células gigantes puede provocar ceguera permanente si no se trata.

Diagnóstico de la polimialgia reumática

El diagnóstico de la polimialgia reumática puede ser desafiante, ya que no existe una prueba específica para esta enfermedad. Los médicos generalmente se basan en una combinación de síntomas clínicos, antecedentes médicos y pruebas de laboratorio para llegar a un diagnóstico.

Los análisis de sangre son esenciales para descartar otras condiciones como la artritis reumatoide o el lupus, que pueden presentar síntomas similares. Algunos de los análisis que se realizan incluyen:

  • Proteína C reactiva (PCR): Un marcador de inflamación en el cuerpo.
  • Índice de sedimentación eritrocitaria (ISE): Un indicador de inflamación.
  • Anticuerpos antinucleares (ANA): Utilizados para descartar otras enfermedades autoinmunes.
  • Factor reumatoide (FR): Para diferenciar de la artritis reumatoide.

Tratamiento de la polimialgia reumática

El objetivo principal del tratamiento de la PMR es reducir el dolor, la rigidez y la inflamación para mejorar la calidad de vida de los pacientes. El tratamiento más común incluye el uso de corticosteroides, como la prednisona, que son medicamentos antiinflamatorios muy eficaces para controlar los síntomas. En muchos casos, los síntomas mejoran notablemente dentro de unos días después de comenzar el tratamiento con corticosteroides.

Es importante ajustar la dosis de corticosteroides a medida que los síntomas disminuyen, ya que estos medicamentos pueden tener efectos secundarios si se utilizan a largo plazo. Los médicos trabajarán con el paciente para reducir la dosis de manera gradual, con el fin de minimizar los efectos adversos.

En algunos casos leves, los antiinflamatorios no esteroides (AINE), como el ibuprofeno o el naproxeno, pueden ser suficientes para controlar los síntomas. Sin embargo, no son tan efectivos como los corticosteroides para reducir la inflamación.

Importancia del ejercicio y el descanso

Además del tratamiento farmacológico, el ejercicio regular es fundamental para quienes padecen polimialgia reumática. El ejercicio ayuda a mantener la flexibilidad de las articulaciones, mejora la fuerza muscular y reduce la fatiga. Las actividades recomendadas incluyen caminar, nadar y hacer ejercicios en bicicleta estática, siempre bajo la supervisión de un médico o fisioterapeuta.

Es igualmente importante que los pacientes se den el tiempo adecuado para descansar. El equilibrio entre la actividad física y el descanso es clave para evitar la fatiga y permitir que el cuerpo se recupere.

Autocuidado y manejo a largo plazo

El autocuidado juega un papel fundamental en la gestión de la PMR. Seguir el tratamiento prescrito, mantener una dieta equilibrada, realizar ejercicio regular y asegurarse de descansar lo suficiente son aspectos esenciales para controlar la enfermedad. Con el tratamiento adecuado, la mayoría de las personas con polimialgia reumática pueden llevar una vida activa y plena.

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