El colesterol es una sustancia similar a la grasa que procede de dos fuentes: los alimentos y su propio organismo. Se encuentra solamente en alimentos de origen animal y las lipoproteínas (LDL y HDL) son las encargadas de transportarlo por el organismo.
HDL = La lipoproteína de alta densidad se conoce como colesterol “bueno”.
LDL = La lipoproteína de baja densidad se conoce como colesterol “malo”.
El HDL evita que el LDL se adhiera a las paredes arteriales y reduce la formación de placas de ateroma, reduciendo el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
¡Actúe por su salud!
- Asista a sus citas de control. Un profesional de la salud puede medir el nivel de colesterol en sangre para determinar el estado de su salud cardíaca general.
- Realice un seguimiento de sus niveles de colesterol en el tiempo y tome medidas para reducir el colesterol alto.
- Coma de forma inteligente. Siga una dieta saludable de verduras, frutas, cereales integrales, frijoles, legumbres, frutos secos, proteínas vegetales, proteínas animales magras, como pescado y mariscos. Limite las bebidas y los alimentos azucarados, las carnes rojas o procesadas, los alimentos salados y los carbohidratos.
- Muévase más. La actividad física ayuda a mejorar los niveles de colesterol.
- Conozca los tipos de grasa. Sustituya las grasas saturadas por grasas no saturadas.
- Tome sus medicamentos de acuerdo a las indicaciones. Su profesional de la salud puede prescribir estatinas y otros medicamentos para ayudar a controlar sus niveles de colesterol.
Entre las afecciones médicas que pueden causar niveles nocivos de colesterol, se incluyen:
- Enfermedad renal crónica
- Diabetes
- VIH o SIDA
- Hipotiroidismo
- Lupus