Conoce la impactante conexión entre el intestino y el cerebro
La salud va mucho más allá que estar enfermo o no enfermo y al hablar de estar sano se debe incluir aspectos físicos, sociales y metales.
Así lo destacó la Dra. Grace Viñas, psicóloga de la salud, catedrática auxiliar en medicina del RCM durante su participación en el 11Simposio de la Fundación Esther A. Torres.
La conexión de dichos componentes ha cambiado la forma en que se da tratamiento, como se ve al paciente y el estudio de la salud, como por ejemplo la psiconeuroinmunoendocrinologíaes un estudio que evidencia cómo las emociones alteran los diferentes sistemas importantes del cuerpo.
Dos cerebros
El intestino influye en el cerebro y el cerebro influye en el intestino
El cerebro influye en la motilidad, secreción, entrega de nutrientes y en el equilibrio microbiano del intestino y eso a su vez, influye en el cerebro en lo que son los neurotransmisores, un tipo de químico importante para la comunicación de neurona a neurona y que controla y modula todo lo que tiene que ver con el ánimo y comportamiento humano.
Sistema nervioso entérico (segundo cerebro)
Este sistema se encuentra compuesto de 100 millones de neuronas y funciona por sí solo.
“Hay mucha evidencia de que este sistema produce y almacena el 95% de la serotonina, un neurotransmisor muy importante que se caracteriza por el control del ánimo y las emociones, la temperatura corporal, el apetito y el placer”, explicó.
Además, activa la dopamina, que influye en el ánimo, la regulación de dolor y las sensaciones de calma y bienestar.
El 70% del sistema inmunológico está en el intestino, especialmente en el grueso, por lo que es indispensable, para expulsar los patógenos invasores que quieren atacar el cuerpo.
¿Qué es la microbiota?
Son 100 trillones de organismos vivos como bacterias, hongos, virus y parásitos que superan en número a las propias células del cuerpo y que son diferentes en cada persona.
“Cada persona tiene su propio microbiota y no hay forma de que se replique por persona”, explicó la Dra. Viñas.
El 95% del microbioma vive en el intestino y tiene su propio genoma que se conoce como el microbioma por lo que las investigaciones están estudiando catalogarlo como un órgano por sí mismo.
Funciones del microbioma
- Interviene en la digestión y absorción de nutrientes
- Crea barreras contra invasores extraños
- Actúa como máquina desintoxicante
- Produce y libera enzimas y sustancias como vitaminas
- Ayuda a controlar el estrés y la ansiedad
- Favorece al sueño
- Regula las respuestas inflamatorias del cuerpo
¿Cómo se llega a tener microbiota?
Los factores que influyen
- Alimentación
- Genética de cada persona
- Parto vaginal reduce riesgo de enfermedades en el futuro
- Estilo de vida
- Hábitos (medicamentos y/o drogas ilegales.
“Los factores son importantes para el balance adecuado del microbioma y se ha visto que cuando ese microbiota no está balanceada se refleja en múltiples condiciones médicas”, destacó.
Algunas condiciones asociadas al microbiota desbalanceada se reflejan en complicaciones de la piel, pulmonares, a nivel del corazón, gastrointestinal y del cerebro como alzhéimer, esquizofrenia, Parkinson, ansiedad y depresión.
Microbiota y las EII
Las enfermedades inflamatorias del intestino son condiciones crónicas que en la actualidad no tienen cura y se caracteriza por inflamación severa en una parte o todo el tracto gastrointestinal.
“Así que automáticamente ese segundo cerebro va a estar afectado porque hay inflamación y ya está evidenciado que eso afecta el microbiota, que al estar desbalanceada genera cambios y alteraciones en el ánimo, la conducta, la percepción de dolor y en el funcionamiento cognitivo”, resaltó la psicóloga.
Microbiota y sus tratamientos
A pesar de tener una condición médica, si se trabaja en mantener buenos hábitos de vida, se practica actividad física, se tiene adherencia a tratamientos que modulan el microbiota, esto permite que se aumente la permeabilidad del intestino reduciendo el riesgo de infección y mejorando la salud mental, cardiovascular, intestinal y metabólica.
“Importante seguir las indicaciones médicas y mejorar el estilo de vida”, puntualizó.
En la actualidad se están estudiando los probióticos como un mecanismo para tratar ansiedad y depresión, entre otras condiciones y para complementar o prevenir la respuesta emocional
“Yo personalmente pienso que los probióticos se volverán parte del futuro tanto en la salud mental, como en la enfermedad inflamatoria del intestino”, resaltó la psicóloga.
