Comprometido con la salud en Puerto Rico el nefrólogo pediátrico Melvin Bonilla
Con la privatización del sistema de salud público, la carrera de la medicina se ha agudizado en Puerto Rico. No obstante, aún existen médicos comprometidos que trabajan a diario por el bienestar de los pacientes. No desean trabajar en ningún otro lugar y, pese a las complejidades, entregan todo por continuar su labor en la isla.
Este es el caso del nefrólogo pediátrico y director del departamento de pediatría del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico (RCM), Melvin Bonilla. Luego de 10 años de estudio y trabajo en los Estados Unidos, el especialista regresó a la isla.
“Me fui a Estados Unidos a estudiar nefrología. Estuve 10 años en Estados Unidos, pero no pasó un día en que yo no planificara mi regreso. El quedarme allí nunca fue opción”, expresó Bonilla en entrevista con BeHealth.
El nefrólogo pediátrico, producto de escuela pública y la universidad de Puerto Rico, viene de una familia de clase media. Su padre era dueño de un negocio pequeño; y su madre, maestra de grados elementales. En el área de la medicina, solo tenía a su tío quien era pediatra.
Según el especialista, se interesó por la medicina a corta edad: “me interesé en la medicina porque cuando estaba en la escuela elemental, mi padre tuvo apendicitis y mi mamá lo curaba todas las noches. Como un niño curioso empecé a preguntar”.
Dicha vivencia lo llevó a perseguir su camino para ser cirujano. No fue hasta que ingresó en la Escuela de Medicina de la Universidad de Puerto Rico que escogió su especialidad en la pediatría.
“Entré a la escuela de medicina queriendo ser cirujano. Pero, luego me elegí por pediatría. Siempre me habían gustado los niños, trabajar con niños es estar contento todo el tiempo”, indicó el especialista.
Posteriormente, Bonilla se mudó a Estados Unidos para estudiar su especialidad en nefrología pediátrica. Esta es una rama de la medicina que atiende a los niños con condiciones renales.
Apuestan a la educación médica en Puerto Rico
De acuerdo con Bonilla, la isla cuenta con excelentes programas de educación en medicina: “tenemos 4 escuelas de medicinas en Puerto Rico que son excelentes. Se gradúan con unas notas tremendas y pueden irse a donde deseen hacer su especialidad”.
No obstante, aseguró que el interés por la pediatría en los estudiantes ha disminuido. Para Bonilla, el factor decisivo es el salario. “Cuando los pediatras miramos la escala de salarios, estamos abajo [los pediatras] con los médicos de familia”, explicó.
Según el especialista, existen otros factores que influyen en la merma de pediatras. Para convertirse en un especialista, es meritorio sentir vocación por la carrera médica.
“Lo que requiere ser un médico primario, la intensidad, el estar disponible 24/7, con el trabajo que está y lo difícil que se hace la recompensa, no necesariamente es la primera opción. Tiene que haber una pasión o vocación especial para ser pediatra”, resaltó el nefrólogo pediátrico.