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¿Cómo se desarrolla el lenguaje en los niños?

En pocos años los niños adquieren espontáneamente el lenguaje al que están expuestos. Desde los primeros meses de vida, ejercitan sus órganos fono-articulatorios a través del llanto, las vocalizaciones, las sonrisas y las muecas a las que los adultos atribuyen un significado.

Una etapa importante en el proceso de adquisición del lenguaje y la comunicación se ubica alrededor de los 9 meses de edad, debido al logro de la comunicación intencional: a partir de ese momento, el niño se comunicará intencionalmente a través de gestos y vocalizaciones, de manera más estable y regular, con un propósito preciso.

Al final del primer año de vida el niño comienza a usar gestos comunicativos para hacer peticiones o mostrar algo al adulto. Luego de los 12 meses, gracias a las interacciones del pequeño con el mundo social, aparecen gestos con un fuerte valor comunicativo como el «hola» y el «ya no está» y la producción de las primeras palabras.

Entre los 18 y 24 meses el vocabulario se enriquece considerablemente y alrededor de los 24 meses aparecen las primeras frases. Las capacidades articulares y morfo-sintácticas del niño se irán enriqueciendo progresivamente entre los 36 y los 48 meses, cuando se adquieran casi todos los sonidos del lenguaje y se completen las frases.

¿Cómo identificar un retraso en el lenguaje?

Es posible hablar de un retraso en el lenguaje del pequeño si a los 24 meses, aún con habilidades motoras y capacidad auditiva adecuadas presenta:

  • Un vocabulario muy pequeño (menos de 50 palabras)
  • Lenguaje en su mayoría ininteligible
  • Incapacidad para formar pequeñas frases, es decir, de asociar dos o tres pequeñas palabras

Es muy importante prestar atención a estos aspectos, ya que una parte sustancial de estos niños estructurarán un verdadero trastorno del lenguaje después de los 3 años.

Algunos consejos son:

  • Promover la comunicación cara a cara
  • Hablar a un ritmo lento
  • Reformular o expresar las intenciones comunicativas del niño con palabras

Se debe tener en cuenta que el niño aprende a hablar por imitación, especialmente de los adultos que le rodean y, en particular, de los padres que le hablan. Por esta razón es posible, dependiendo de la edad y las dificultades de su hijo, proponerle juegos o actividades, para promover el desarrollo comunicativo y lingüístico. Si estos incluyen la interacción con otros niños y adultos sería igualmente beneficioso para el infante.

Redacción BeHealth

Grupo multimedios especializado en promover la preservación de la salud física, mental y emocional.

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