Cómo reconocer un episodio de apendicitis
La apendicitis es una enfermedad inflamatoria causada por un pequeño divertículo, llamado apéndice vermiforme, que parte del tracto inicial del intestino grueso. Esta delgada extensión intestinal, de unos diez centímetros de longitud y un diámetro medio de 6 mm, no parece tener ninguna función en el hombre; sin embargo, cuando se ve afectada por un proceso inflamatorio, el apéndice puede poner en peligro la salud de todo el organismo, como sabrán todos aquellos que hayan tenido que extirparlo urgentemente.
La apendicitis tiene una clara prevalencia en la infancia, la adolescencia y la primera etapa de la edad adulta, aunque esto no la exime de crear problemas importantes a todas las edades.
¿Cómo se manifiesta la apendicitis?
Los síntomas iniciales, típicos de la apendicitis aguda, están representados por:
- Una sensación general de malestar, acompañada de fiebre leve;
- Dolor abdominal localizado alrededor del ombligo.
- En las 12 a 24 horas siguientes, el dolor, que es el síntoma central de la apendicitis, se desplaza hacia abajo, penetrando insidiosamente en la fosa ilíaca derecha (entre el ombligo y el hueso de la cadera) en el sitio anatómico del apéndice. A veces, el dolor es tan intenso que empuja al sujeto a adoptar posiciones antálgicas (muslos doblados en la pelvis, posición acostada).
No es infrecuente que la sintomatología incluya también trastornos gastrointestinales, que sin embargo se ven afectados por un mayor grado de variabilidad individual (vómitos y, especialmente en los niños, descargas diarreicas que preceden a una fase de detención de la emisión de gases y heces).
Cómo reconocer un episodio de apendicitis
El síntoma más sugerente de una apendicitis en curso es la aparición de un fuerte dolor abdominal. Este dolor puede surgir en el área central-ombélica, y luego desplazarse en pocas horas a la parte inferior derecha del abdomen. En esta zona, el dolor persiste y puede agravarse con la tos, la respiración profunda, el movimiento y la palpación de la zona, mientras que tiende a disminuir al acostarse.
Es muy importante señalar que a veces el dolor asociado a la apendicitis se localiza en diferentes lugares, por ejemplo, en la ingle, la zona lumbar o la parte superior del abdomen derecho. En estos casos el síntoma puede confundirse con el cólico biliar o renal.
Otros síntomas que podrían sugerir un ataque de apendicitis son náuseas, vómitos, fiebre, esguince de pierna y diarrea o estreñimiento. La rigidez de la pared abdominal es un signo típico de apendicitis.
Sin embargo, cabe señalar que la apendicitis aguda no siempre presenta los signos típicos. En caso de duda, se aconseja consultar a un médico que, mediante la palpación de la zona abdominal, podrá determinar inmediatamente si los trastornos se deben o no a la apendicitis.
Si no es así, si no se toman medidas inmediatas, las complicaciones de la apendicitis normalmente surgen dentro de las 12 a 24 horas de la aparición de los primeros síntomas.
Posibles complicaciones de la apendicitis
Un apéndice hinchado e inflamado puede romperse o perforarse. Si esto sucede, el material purulento e infectado que se libera puede contaminar la cavidad abdominal, causando abscesos y peritonitis. La formación de un absceso, una acumulación de pus, puede ser tratada con una terapia antibiótica apropiada o un drenaje quirúrgico. La peritonitis, en cambio, es la complicación más temida, ya que representa una infección que pone en grave peligro la vida del paciente.