Cómo la iluminación influye en tu energía y productividad en el trabajo
¿Alguna vez has sentido que una oficina con luz blanca te mantiene alerta, pero una luz amarilla te relaja demasiado? No es coincidencia. La temperatura de la luz influye directamente en nuestro estado de ánimo, niveles de energía y hasta en nuestra productividad.
Luz fría (blanca o azulada, 5000K-6500K):
Favorece la concentración y el enfoque. Simula la luz natural del día, lo que ayuda a reducir la fatiga y mejorar la productividad. Estudios del Journal of Environmental Psychology muestran que este tipo de iluminación aumenta la atención y el rendimiento en tareas cognitivas.
Luz cálida (amarilla o anaranjada, 2700K-3500K):
Está asociada con la relajación y el confort. Es ideal para espacios de descanso o entornos creativos. Investigaciones del Lighting Research Center sugieren que puede reducir el estrés y fomentar la imaginación.
¿Cuál es la mejor opción para trabajar?
Si realizas tareas que requieren precisión y alerta, la luz fría es la más recomendada. En cambio, si buscas un ambiente más relajado o creativo, la luz cálida es la mejor alternativa. Algunas oficinas han implementado sistemas de iluminación regulable que ajustan la temperatura de color según la hora del día para mejorar el bienestar de los empleados.
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Además del color de la luz, la intensidad también juega un papel clave. Una iluminación insuficiente puede causar fatiga ocular y disminuir el rendimiento, mientras que una luz demasiado intensa puede generar deslumbramiento y molestias visuales. Por eso, es recomendable contar con una iluminación equilibrada y bien distribuida en los espacios de trabajo.
La luz natural sigue siendo la mejor opción siempre que sea posible. Un estudio de la American Academy of Sleep Medicine encontró que la exposición a la luz del día mejora el estado de ánimo y el ritmo circadiano, lo que se traduce en mayor energía y mejor descanso nocturno. Por eso, ubicar escritorios cerca de ventanas o utilizar lámparas que imiten la luz solar puede marcar la diferencia.
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Recuerda, la tecnología también está cambiando la forma en que utilizamos la luz. Existen bombillas inteligentes que permiten ajustar la temperatura de color y la intensidad según el momento del día, lo que optimiza la productividad y el bienestar. Invertir en una buena iluminación no solo mejora el desempeño en el trabajo, sino que también contribuye a la salud y el equilibrio emocional.