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Cómo el estrés en el trabajo puede afectar tu presión arterial y qué hacer al respecto

La hipertensión arterial (HTA) es un problema de salud que afecta a aproximadamente una de cada tres personas adultas. Conocida como el «asesino silencioso», esta condición a menudo se desarrolla sin que la persona se dé cuenta, lo que puede resultar peligroso si no se controla. En el entorno laboral, los altos niveles de estrés son un factor que puede contribuir significativamente a esta condición.

Factores de riesgo de la hipertensión

Según el Dr. Juan Camilo Pedreros, jefe médico del Programa Sensórica de la Clínica Shaio, existen varios factores de riesgo que pueden predisponer a una persona a desarrollar hipertensión arterial. Entre los más comunes se encuentran:

  • Edad avanzada: Las personas mayores de 65 años tienen un mayor riesgo de hipertensión.
  • Antecedentes familiares: Si hay antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares o hipertensión, es más probable que otros miembros de la familia también desarrollen esta condición.
  • Obesidad y sedentarismo: Un estilo de vida sedentario y un índice de masa corporal elevado están estrechamente relacionados con la hipertensión.
  • Consumo excesivo de alcohol y tabaquismo: Ambos hábitos pueden contribuir al aumento de la presión arterial.

Aunque estos factores son bien conocidos, el estrés laboral ha cobrado una importancia creciente como un desencadenante significativo de la hipertensión arterial. La presión constante por cumplir plazos, la carga de trabajo excesiva y la falta de control sobre las tareas diarias pueden aumentar el nivel de estrés y, en consecuencia, la presión arterial.

Síntomas a tener en cuenta

La hipertensión arterial a menudo no presenta síntomas evidentes, lo que puede llevar a muchas personas a ignorar su salud. Sin embargo, algunas personas pueden experimentar síntomas inespecíficos como:

  • Dolores de cabeza intensos
  • Mareos
  • Visión borrosa
  • Dificultad para respirar
  • Hemorragias nasales
  • Palpitaciones

Estos síntomas pueden confundirse con otras condiciones, por lo que es crucial realizar chequeos médicos regulares para monitorear la presión arterial.

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Consecuencias a largo plazo

Si no se trata adecuadamente, la hipertensión arterial puede tener graves repercusiones para la salud. Puede causar:

Infartos y enfermedades coronarias: La presión alta puede dañar las arterias, aumentando el riesgo de problemas cardíacos.
Insuficiencia cardíaca: El corazón puede verse sobrecargado y eventualmente perder su capacidad para bombear sangre de manera eficiente.
Accidentes cerebrovasculares: La hipertensión es un factor de riesgo significativo para los accidentes cerebrovasculares.
Enfermedad renal: Puede afectar la función renal, llevando a complicaciones serias.
Deterioro de la función visual: La retinopatía hipertensiva puede causar problemas de visión debido a la afectación de los vasos sanguíneos en la retina.

Prevención y manejo en el trabajo

Para prevenir y manejar la hipertensión arterial, es fundamental adoptar hábitos de vida saludables. Aquí hay algunas recomendaciones que pueden ser útiles:

  • Alimentación saludable: Reducir el consumo de sodio y aumentar la ingesta de frutas y verduras ricas en potasio puede ayudar a controlar la presión arterial. Optar por granos enteros en lugar de refinados también es beneficioso.
  • Actividad física regular: Realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana o 75 minutos de actividad vigorosa puede ser clave para mantener un peso saludable y reducir la presión arterial.
  • Manejo del estrés: Implementar técnicas de manejo del estrés, como la meditación, el yoga o la respiración profunda, puede ser crucial para reducir la tensión y mejorar el bienestar general. Estas prácticas no solo ayudan a controlar la presión arterial, sino que también promueven un mejor equilibrio emocional.
  • Establecer un entorno laboral saludable: Fomentar un ambiente laboral que priorice la salud mental y física puede tener un impacto positivo en la salud de los empleados. Esto incluye fomentar pausas regulares, promover un equilibrio entre la vida laboral y personal, y ofrecer recursos para el manejo del estrés.
  • Chequeos médicos regulares: Es esencial realizar chequeos médicos periódicos para monitorear la presión arterial y detectar cualquier problema a tiempo.

Recuerda que la salud es un viaje continuo, y pequeños cambios pueden marcar una gran diferencia en el bienestar a largo plazo.

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Redacción BeHealth

Grupo multimedios especializado en promover la preservación de la salud física, mental y emocional.

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