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¿Cómo el cerebro y el estado de ánimo se afectan tras el consumo de anticonceptivos hormonales?

La mayoría de las mujeres en algún momento consumen anticonceptivos hormonales. Estos, se utilizan principalmente como método anticonceptivo, aunque existen muchas mujeres que los usan para la prevención de dolores, calambres y hasta acné durante el periodo menstrual.

Leer más: Conoce los diferentes tipos de métodos anticonceptivos

No obstante, hasta un 10% de las féminas que toman anticonceptivos hormonales pueden aumentar el riesgo de enfrentar depresión debido al consumo de este medicamento. Tanto el estrógeno como la progesterona, son esenciales para el celebro pero, ¿cómo se afecta la salud mental al consumir niveles hormonales con anticonceptivos hormonales?

¿Cómo funcionan los anticonceptivos hormonales?

En gran parte de los países occidentales, la forma más común de consumir el anticonceptivo hormonal es en píldora, compuesta por estrógeno sintético y progesterona sintética. Estas dos hormonas regulan el ciclo menstrual, la ovulación y el embarazo.

El estrógeno se encarga de coordinar liberar otras hormonas, mientras que la progesterona se encarga de mantener el embarazo.

¿Por qué las hormonas naturales para el embarazo también pueden prevenir el embarazo? ¿Por qué consumir una hormona reduce los niveles de la misma?

Cuando los niveles de progesterona se elevan,  automáticamente se activa el proceso en las células que detiene la producción de más progesterona, lo que se le conoce como ciclo de retroalimentación negativa.

Ambas hormonas en píldoras y otros métodos anticonceptivos como implantes o anillos vaginales, hacen que el cuerpo disminuya la producción de estrógeno y progesterona, reduciendo el nivel de las mismas fuera de la ventana fértil del ciclo.

Efectos en el cerebro

El cerebro cuenta con un área llamada hipotálamo y éste se encarga de sincronizar los niveles de «hormonas ováricas» como lo son los receptores de estrógeno y progesterona (a nivel cerebral).

Tanto el estrógeno como la progesterona juegan un papel crucial sobre las neuronas. Es decir, el estrógeno controla la formación de la memoria y protege el cerebro contra daños. Mientras que la progesterona ayuda a regular las emociones.

Tras el cambio de los niveles de estas hormonas en el cuerpo y el cerebro, los niveles de estado de ánimo pueden variar para bien o para mal.

Vínculo con el estrés y la depresión

El estrógeno y la progesterona además de presentar desafíos físicos, también pueden causar retos a nivel de salud mental.

El cortisol, la principal hormona del estrés (por sus siglas, CORT) es una hormona metabólica que si aumenta, genera condiciones estresantes provocando mayor energía en las reservas de grasa.

Cabe destacar que la interacción del estrés en conjunto a las hormonas reproductivas se vinculan por el estado de ánimo y los anticonceptivos hormonales, debido a que la regulación de la energía es importante durante el embarazo.

¿Los niveles de depresión aumentan al consumir anticonceptivos hormonales?

Como dato importante, se debe mencionar que ni el aumento ni la disminución de las respuestas al estrés están relacionados con el riesgo o la resiliencia contra la depresión.

Los anticonceptivos hormonales cambian el riesgo de depresión después del estrés generando protección contra la misma.

Según estudios, más de 9 de cada 10 personas que toman anticonceptivos hormonales no experimentan disminución del estado de ánimo ni síntomas de depresión. Muchas experimentarán una mejora del estado de ánimo.

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