¿Cómo el amor modifica nuestro cerebro?: Ciencia, emociones y curiosidades
El amor, no solo es un fenómeno de carácter emocional, sino que también está profundamente relacionado con complejas reacciones en el cerebro humano. Según diversas investigaciones científicas, el amor tiene un poder transformador en nuestro cuerpo y mente, influyendo de manera significativa en nuestras funciones cerebrales y nuestra salud en general. A continuación, BeHealth explora cómo este sentimiento afecta el cerebro y algunas de las curiosidades que lo rodean.
Según un informe publicado por DW en Español, diversos estudios han mostrado que el amor, ya sea romántico, fraternal o maternal, activa áreas del cerebro asociadas con el placer y la recompensa. En particular, el sistema de dopamina, conocido como «la hormona del placer», juega un papel fundamental. Según los investigadores, cuando una persona experimenta una intensa sensación de amor, los niveles de dopamina se disparan, lo que genera sensaciones de felicidad, emoción y euforia. Este fenómeno es similar al que ocurre cuando una persona consume una sustancia adictiva, lo que explica por qué el amor puede sentirse tan absorbente y «adictivo».
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Además, el amor también activa el sistema límbico, responsable de regular nuestras emociones y recuerdos, lo que puede explicar la intensa conexión emocional que sentimos hacia quienes amamos.
Los beneficios para el cuerpo
La influencia del amor no se limita al cerebro, sino que se extiende al bienestar físico. Investigaciones respaldadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que el apoyo emocional que proviene de relaciones amorosas puede mejorar la salud mental y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. El amor, especialmente en relaciones de pareja estables, puede reducir los niveles de estrés y promover una mejor calidad de vida.
Estudios también han sugerido que el contacto físico, como los abrazos, liberan oxitocina, conocida como «la hormona del amor», que fortalece los lazos entre las personas y contribuye a reducir la ansiedad y la presión arterial.
Casos curiosos: Amor vs. cerebro
Uno de los casos más fascinantes relacionados con el amor y el cerebro ocurrió en 2007, cuando el neurocientífico Donatella Marazziti de la Universidad de Pisa llevó a cabo un estudio en el que comparó a personas que recién se habían enamorado con aquellos que sufrían de trastornos obsesivo-compulsivos (TOC). El estudio encontró que los enamorados mostraban niveles más altos de serotonina, similar a las personas con TOC, lo que sugiere que el amor puede tener efectos «obsesivos» en el cerebro.
Otro caso curioso es el de las «enfermedades del corazón roto», científicamente conocidas como miocardiopatía por estrés o «síndrome del corazón roto». Esta condición ocurre cuando una persona experimenta un estrés emocional extremo, como la pérdida de un ser querido, lo que puede provocar síntomas similares a los de un ataque al corazón.
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Estudios también sugieren que el amor y el apoyo emocional pueden contribuir a una vida más larga, según la investigación publicada por la Universidad de Chicago, las personas que mantienen relaciones amorosas y fuertes vínculos familiares tienen menos probabilidades de morir prematuramente. La compañía, el afecto y el sentido de pertenencia pueden reducir el riesgo de depresión y ansiedad, dos factores que se han asociado con la disminución de la esperanza de vida.