Claves para fortalecer los vínculos de pareja, cuando uno de los cónyuges es a su vez un cuidador
Ana Lobay, directora de la Fundación Puertorriqueña del Riñón se unió a diferentes especialistas en el evento «Un paso por la salud renal» con el fin de trabajar por la población renal de Puerto Rico.
Uno de los ponentes invitados fue el psicólogo Giancarlo Cantel Vázquez, especialista en psicooncología y además, paciente renal, quien conversó sobre la importancia de que el paciente que se enfrenta a un diagnóstico de enfermedad renal, comprenda que no está solo en el proceso y sepa que hay muchos que lo acompañan.
El especialista destacó el papel de los cuidadores, ya sean familiares o personas externas, un factor clave para las relaciones interpersonales.
«Un cuidador es ese agente pensante que ayuda y pone toda la atención en el cuidado y en progreso de esa persona», destacó.
En muchas ocasiones es el cónyuge quien asume el rol, pero no siempre es voluntario, sino que se hace por el amor o vínculo emocional y afectivo que se tiene con la pareja.
Podemos ser cuidadores sin olvidar ser parejas
«Un 75% de las personas que fungen como cuidadores presentan divorcios. Por lo que es importante reconocer que los lleva a tomar esta decisión», mencionó.
Para el especialista resulta fundamental evaluar y distribuir bien el tiempo que se tiene como pareja y el tiempo que ese cuidador entrega al servicio del otro.
En muchas ocasiones los cuidadores toman un rol de regaño «no te tomes eso», «eso te hace mal», que aunque está protegiendo a la persona, puede distanciarlos de lo que los unió como pareja en algún momento.
Recomendaciones para parejas
Aunque el cuidador está protegiendo al cónyuge que presenta la enfermedad, es importante que el cuidador y quien vive con la enfermedad busquen un equilibrio en la relación. Para ello, se debe buscar un momento en la pareja en el que se fortalezca un vínculo positivo alejado del cuidado diciendo un «te quiero», «te amo», «te aprecio» o regalando un abrazo.
«Estas acciones verbales y físicas ayudan a mantener ese amor y por ende la relación. Ayuda a mantener la intimidad y el compromiso que ya tiene la pareja», explicó.
Así que, es interesante poder reconocer como una persona con enfermedades crónicas, sin importar su diagnóstico, tiene un impacto en su área emocional presentando estrés, ansiedad, tristeza y cómo estos aspectos emocionales pueden impactar los aspectos sociales afectando a la pareja y la familia.
Muchos de los cambios a los que debe someterse el paciente como por ejemplo la nutrición y las restricciones de salir a algunos lugares por los efectos secundarios o por los riesgos hacen cambios en la dinámica.
«En muchas sesiones de terapia les pregunto ¿qué ocurre cuando ya se encuentran en la cama, siguen hablando de medicamentos, siguen hablando sobre tratamientos o aspectos de la condición? o tienen ese momento de intimidad física, de abrazarse, de entrelazar sus piernas, de asumir una verbalización positiva que ayude y sustente tanto a la persona con diagnóstico pero también al cuidador que tanto lo necesita», mencionó.
Dentro de estos mismos aspectos es importante reconocer que la persona cuidadora reciba un aprecio del cónyuge que presenta la condición. El aprecio viene desde las verbalizaciones, desde el estar y desde la gratitud, lo que ayuda a que el cuidador sienta que hay una vinculación sentimental y emocional en esa relación y que no solo se trata de un rol activo como cuidador de esa otra persona.
El cuidador debe saber que aunque ha cambiado la vida luego de un diagnóstico, tiene a la persona que sigue siendo su amigo o amiga y que sigue estando como pareja.
Actividades para fortalecer la relación
- Ver una película divertida
- Cocinar juntos
- Tener una escucha activa (De cuidador a paciente y viceversa)
“Las enfermedades crónicas como la enfermedad renal no son un detente, son un continuamos. Continuamos en salud y en bienestar y continuamos con nuevos conocimientos de lo que la sociedad ha dicho de que nos tenemos que alejar de los diagnósticos. entonces, que sea al contrario, hay que aceptar porque te amas, porque amas tus cirugías y también tu pareja puede amarte a ti con tus diagnósticos porque el diagnóstico no es un apellido sino que te acompaña hasta que tú logres lo que tú deseas”, explicó el psicólogo.
Para el cierre, el especialista recomendó a las parejas y familias buscar apoyo profesional en caso de necesitarlo para aprender juntos a manejar los momentos difíciles y para enfrentar asertivamente los diagnósticos.