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Carga invisible de la maternidad: un análisis con la Lcda. Kathia Colón

Junto a la maternidad, hay responsabilidades que, aunque esenciales, a menudo pasan desapercibidas. Estas tareas, conocidas colectivamente como «la carga invisible de la maternidad», son el enfoque principal de la Licenciada Kathia Colón, psicoterapeuta especializada en salud mental perinatal y coordinadora de apoyo para Postpartum Support International, quien, en una charla con BeHealth ayudó a desentrañar la complejidad y el impacto de esta carga en la vida de las madres.

¿Qué es la carga invisible?

El término «carga invisible» se refiere a la responsabilidad principal que un padre o madre, generalmente la madre, asume en el cuidado del niño o del bebé. Incluye tareas y preocupaciones que no siempre son visibles o reconocidas, pero que son esenciales para el bienestar del niño. «La carga invisible puede ser muy pesada,» comenta Colón.

«En mi práctica privada, escucho a muchas madres decir que deben estar pendientes del cuidado del bebé, manejar enfermedades, administrar medicamentos y asegurarse de que todo esté en orden.» Estas responsabilidades pueden ser agotadoras y, a menudo, no se comparten equitativamente entre los padres, lo que lleva a un desequilibrio en la dinámica familiar.

El impacto de la carga invisible en la maternidad

Cuando la carga invisible es demasiado grande, puede ser difícil para la madre disfrutar de la maternidad. El disfrute se refiere a encontrar alegría y satisfacción en el cuidado del niño. Si la madre está abrumada por responsabilidades no reconocidas, el disfrute puede disminuir, afectando negativamente su salud mental y la relación con su hijo.

Implementar estrategias para compartir la carga invisible y fomentar el disfrute de la maternidad es esencial para una dinámica familiar saludable. «¿A qué horas son las prácticas deportivas? ¿Practica algún deporte?» Estas preguntas ilustran la constante carga mental que llevan las madres, siempre en un constante «corre, corre» mental que nunca se detiene, lo que puede ser muy abrumador.

Señales de la carga invisible en la dinámica familiar

¿Cómo se manifiestan estos roles en la dinámica familiar? Cuando la mujer, la madre, siente esta carga, siempre hay señales claras. Particularmente en madres primerizas, sabemos que la maternidad es un proceso lleno de cambios y adaptaciones. La llegada del bebé implica aprender nuevas tareas y asumir nuevos roles. Sin embargo, si una madre siente que constantemente está abrumada, preocupada, ansiosa o estresada, y tiene dificultades para manejar las tareas o siente una desconexión con su hijo o pareja, es una señal de que está experimentando lo que se llama la carga mental.

Los signos más comunes en madres que experimentan este tipo de carga incluyen depresión, estrés, irritabilidad, frustración, ansiedad y tristeza. Muchas veces, estos sentimientos se reflejan en irritabilidad, coraje, frustración y una sensación de soledad. Incluso quienes no son madres, cuando se sienten abrumados, pueden notar cambios en su comportamiento. «¿Nadie me entiende? No sé qué hacer, no puedo hacerlo.» Estas percepciones pueden surgir y afectar negativamente la salud mental.

Consecuencias de la carga invisible

La vergüenza y la culpa son sentimientos comunes entre las madres. Muchas veces, estos sentimientos no se expresan y se acumulan hasta que, eventualmente, se desbordan. Esta carga invisible afecta significativamente el bienestar emocional y psicológico de las madres y puede desencadenar problemas de salud mental. La depresión posparto, por ejemplo, puede influir significativamente en los desafíos emocionales y en la relación con la pareja. En muchos casos, la madre se siente sin esperanza, le cuesta buscar ayuda y puede experimentar una sensación de desvalorización.

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Estrategias para manejar la carga invisible

Es fundamental que las madres sean conscientes de cómo están manejando su maternidad día a día. Si sienten que la situación se está saliendo de control y ya no están disfrutando de la maternidad o no les gusta cómo están reaccionando, es momento de considerar buscar ayuda profesional o apoyo. «La salud emocional es esencial y cualquier impacto negativo debe ser atendido,» recalca Colón.

Las madres deberían sentirse orgullosas de todo lo que hacen, ya que suelen ser quienes cargan con la mayoría de las responsabilidades del bebé. Sin embargo, «la depresión posparto puede hacer que la madre se sienta aún más abrumada, afectando su relación con su pareja y aumentando el estrés familiar.» Es importante educar a las madres sobre las expectativas que tienen al convertirse en madres y ayudarles a desarrollar autocompasión y comprender que no siempre podrán hacerlo todo.

Recomendaciones para madres y padres

Para lidiar con la carga invisible y disfrutar de la crianza de sus hijos, es crucial tener conversaciones difíciles y honestas, poner sobre la mesa los puntos de vista y las percepciones de cada uno. La comunicación asertiva es clave, validando las emociones de ambos sin juzgar. La crianza es un trabajo en equipo. Los padres deben apoyarse mutuamente, compartir responsabilidades y buscar ayuda cuando sea necesario. Buscar el equilibrio entre el cuidado de los hijos y el autocuidado es esencial para el bienestar de toda la familia.

«A menudo en terapia, observo situaciones donde las madres llegan con sentimientos de resentimiento o incomprendidas», dice Colón. Estas dinámicas a veces se originan en la forma en que el padre percibe el rol de la madre, influenciado por su propia infancia o por expectativas culturales sobre el papel de la mujer en el hogar. Es crucial establecer una comunicación abierta y honesta, donde se realicen «check-in» regulares para evaluar cómo se sienten ambos y cómo pueden apoyarse mutuamente hacia un objetivo común: criar a su hijo de manera saludable y equilibrada.

Si a pesar de los esfuerzos no se logran cambios positivos, Colón recomienda buscar la ayuda de un profesional que pueda brindar una perspectiva objetiva, ofrecer psicoeducación y apoyarlos en el proceso de encontrar soluciones efectivas. «La comunicación abierta y la disposición para buscar ayuda son fundamentales para superar estos desafíos».

Reconocer estos desafíos y buscar el apoyo necesario es crucial para manejar el estrés y disfrutar de la maternidad. La Lcda. Kathia Colón nos recuerda que «la realidad es que no existe la maternidad perfecta. Es un proceso lleno de altibajos, no lineal». Ayudar a las madres a desarrollar autocompasión y comprender que no siempre podrán hacerlo todo es fundamental. Es un proceso de aprendizaje gradual, y está bien reconocer la vulnerabilidad y aceptar que algunos días podrán sentirse menos capaces. Sin embargo, el esfuerzo y dedicación que brindan a sus hijos dará frutos a medida que estos crezcan.

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