Cambios anímicos en personas con esclerosis múltiple
Los cambios de humor pueden ser comunes en personas con esclerosis múltiple. A medida que la enfermedad ataca las células nerviosas, se pueden sentir cambios tanto en el frente físico como en el psicológico. Los cambios de humor pueden tomar muchas formas que tienen diferentes causas y opciones de tratamiento.
Algunas causas de los cambios de humor tienen vínculos con el trastorno en sí: la EM es impredecible y es posible que nunca sepa cuándo aparecerán sus síntomas; esta incertidumbre puede llevar a un cambio de humor. Hacer frente a estos cambios de humor es vital.
Si bien estos síntomas pueden ser “invisibles” para los demás, es posible que tengan un efecto muy real y profundo en el estilo de vida de las personas, su empleo y relaciones personales, lo que afectará su salud mental.
Los cambios anímicos pueden empeorar ciertos síntomas físicos de la esclerosis múltiple como la fatiga o el dolor. Y a su vez, los síntomas como el dolor crónico pueden afectar el estado anímico de la persona.
Las personas que han recibido un diagnóstico reciente de esclerosis múltiple o cuyas destrezas se han visto afectadas recientemente quizá noten cambios en su estado anímico mientras se adaptan a su nueva realidad.
Aquí algunos de los cambios anímicos más comunes que pueden afectar a las personas con esclerosis múltiple:
Tristeza
En muchas personas, el diagnóstico de esclerosis múltiple se produce entre los 20 y 40 años, justo cuando comienzan a afianzar su identidad en muchos aspectos de su vida adulta; en su carrera, sus relaciones, su papel como padres de familia y el dominio de destrezas de vida. Cuando se enteran de que tienen una enfermedad crónica e incurable, es tanto natural como previsible que pasen por un periodo de tristeza mientras aceptan todo lo que les está pasando y que su realidad no volverá a ser la misma.
Pero la tristeza no se presenta solamente durante los meses y semanas posteriores al diagnóstico. Va y viene cada vez que hay cambios que afectan la funcionalidad de la persona durante la enfermedad. Puede motivarla un cambio en la visión, cognición, variación en la capacidad de movilizarse, cuidar de sí mismo o similares, cuando algo crucial afecta la manera en que la persona se percibe a sí misma frente al mundo.
Depresión
La depresión va más allá de sentir tristeza o decepción temporalmente, o de sentirse decaído por unos cuantos días. En general, esos estados emocionales desaparecen cuando sucede algo agradable. La depresión también puede producir síntomas físicos, como cambios en el apetito, sueño, nivel de energía y capacidad para concentrarse.
La mitad de las personas con esclerosis múltiple tienen un episodio depresivo severo en algún momento de su vida, lo cual es un índice más alto en comparación con la población en general o las personas con otras enfermedades crónicas. La buena noticia es que la depresión es uno de los síntomas de la esclerosis múltiple que mejor responde al tratamiento.
El primer paso para sentirse mejor es hacerse una evaluación completa. Si tiene algún síntoma de depresión desde hace varias semanas, vale la pena mencionárselo a su neurólogo.
Hoy en día, los medicamentos antidepresivos son bastante eficaces, combinados con la terapia. Además, muchos estudios han comprobado que, tanto la psicoterapia como el ejercicio físico, son útiles para ayudar a aliviar la depresión.
Ansiedad
Al igual que la depresión, la ansiedad es bastante común en los pacientes con esclerosis múltiple y afecta a más de 35 por ciento de quienes tienen la enfermedad, lo que, nuevamente, es un índice más alto que el de la población en general.
Las personas con ansiedad generalizada se sienten tensas y preocupadas casi todo el tiempo, a menudo en un grado mucho mayor de lo que los acontecimientos externos parecerían provocar. Otros tipos de ansiedad incluyen ataques de pánico y el trastorno obsesivo-compulsivo, pero la ansiedad generalizada es mucho más común entre las personas con esclerosis múltiple.
Mal humor e irritabilidad
Mientras las personas con esclerosis múltiple que tienen depresión y ansiedad quizá se sientan estancadas en una emoción todo el tiempo, otras personas con esclerosis múltiple pueden tener el problema opuesto. Los familiares con frecuencia informan que las personas con esclerosis múltiple tienen cambios frecuentes en el estado anímico y, de un momento a otro, pasan de estar muy tranquilas, a estar malhumoradas, irritables o molestas.
La irritabilidad y el mal humor también pueden ser sintomáticos de muchos otros problemas médicos, por lo que es importante hablar con su equipo de atención médica si está teniendo cambios frecuentes en el estado anímico.
Trastorno bipolar
La gente con esta afección tiene episodios alternos de depresión y manía. Manía se refiere a periodos de hiperactividad, alegría o irritabilidad excesivas, hablar rápido y síntomas similares. Estos cambios anímicos van acompañados de cambios extremos en energía, actividad, patrones de sueño y conducta. Es posible que la persona esté teniendo un episodio de trastorno bipolar si tiene varios síntomas maníacos o depresivos durante gran parte del día, durante por lo menos una o dos semanas.
El trastorno bipolar afecta a aproximadamente 13 por ciento de las personas con esclerosis múltiple, en comparación con menos de 5 por ciento de la población en general.
Síndrome seudobulbar
Aproximadamente 10 por ciento de las personas que tienen esclerosis múltiple pueden tener ataques involuntarios de risa o llanto descontrolado. Este fenómeno, llamado síndrome seudobulbar o labilidad emocional, ocurre como resultado de los cambios que la esclerosis múltiple causa en el cerebro.
A veces, los episodios del síndrome seudobulbar exageran una emoción que siente la persona; otras veces, no existe ninguna conexión entre la emoción que la persona manifiesta y lo que realmente siente. Debido a que el síndrome seudobulbar afecta mucho a la persona que lo tiene y a sus familiares, es importante recibir terapia para saber qué hacer cuando ocurren estos episodios.
Recuerda que…
El estado anímico desempeña una función importante en cómo se siente la persona y qué tan bien puede interaccionar con el mundo y participar en su propia vida. Todo cambio en el estado anímico se debe abordar de manera separada y colectiva. También se debe tener en cuenta el papel de la fatiga en estos cambios.
A diferencia de los cambios físicos que ocurren con la enfermedad, tales como alteración de la visión o dificultad para caminar, las demás personas no pueden notar los cambios anímicos fácilmente. Por eso es bueno conocer su cuerpo, mente y espíritu, y avisar cuando hay cambios. Al igual que los síntomas físicos, cuanto antes se diagnostiquen, mejor podrá controlarlos y vivir su vida de la manera más plena posible.
Fuente: National Multiple Sclerosis Society & Multiple Sclerosis Society of Canada