Cambio climático y récord de casos de dengue en América y el Caribe en 2024
El cambio climático ha intensificado el impacto del dengue en las Américas y el Caribe, marcando un récord de 12.6 millones de casos en 2024, casi el triple de los registrados el año anterior. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), este es el número más alto desde que comenzaron los registros en 1980, acompañado de un aumento alarmante en las muertes.
Un problema alimentado por el cambio climático
El clima más cálido provocado por el cambio climático ha ampliado el alcance de los mosquitos transmisores del dengue. Factores como temperaturas elevadas, lluvias intensas y la acumulación de agua estancada han creado condiciones ideales para la proliferación de estos insectos, explicó Jarbas Barbosa, director de la OPS. Además, problemas como el rápido crecimiento demográfico, la urbanización desordenada y la falta de saneamiento agravan la situación.
En 2024, más de 7,700 muertes fueron atribuidas al dengue en la región, un aumento del 200% en comparación con las 2,467 muertes registradas en 2023.
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Países más afectados
Brasil encabeza la lista con más de 10 millones de casos, seguido por Argentina con 580,000 y México con más de 500,000. En el Caribe, Guyana reportó 41,000 casos, siendo el país más afectado en la región, mientras que la transmisión local también se confirmó en estados como Florida, Texas y California en Estados Unidos.
En Puerto Rico, los casos casi se cuadruplicaron respecto al año anterior, superando los 4,900 casos y dejando al menos nueve muertes. Las autoridades del territorio han declarado una epidemia y enfatizado la importancia de eliminar criaderos de mosquitos.
Preocupación por los niños y el serotipo predominante
Un dato alarmante es que más de un tercio de los casos en Costa Rica, México y Paraguay se presentaron en menores de 15 años. En Guatemala, un número significativo de muertes también se reportó entre niños.
Por primera vez en una década, el serotipo 3 del dengue predominó en México, América Central y algunas partes del Caribe, un cambio significativo que contribuye al aumento de casos graves.
Vacunas y prevención: un desafío en curso
Aunque se han introducido vacunas en países como Perú, Brasil y Argentina, su efectividad es limitada y están dirigidas principalmente a personas que ya tuvieron dengue. Thais dos Santos, asesora de la OPS, advirtió que no se espera que las vacunas tengan un impacto significativo en la transmisión y subrayó la importancia de medidas preventivas como el control de mosquitos.
“Si no hay mosquito, no hay dengue”, enfatizó dos Santos, haciendo un llamado a la población para eliminar el agua estancada y adoptar medidas de protección, como el uso de repelentes.
Un llamado a la acción
El dengue no solo representa un desafío sanitario, sino también un recordatorio del impacto del cambio climático en la salud pública. Con proyecciones de temperaturas aún más altas en el futuro, las autoridades instan a fortalecer las acciones de prevención, mejorar el saneamiento y promover la cooperación comunitaria para combatir esta creciente amenaza.
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