Las enfermedades reumáticas pueden afectar a cualquier rango de edad, desde niños hasta ancianos.

Los síntomas pueden variar ampliamente dependiendo de la enfermedad, pero pueden incluir dolor en las articulaciones o músculos, rigidez, inflamación, fatiga, y en algunos casos, fiebre y erupciones cutáneas.

El diagnóstico generalmente se realiza mediante una combinación de historia clínica, examen físico y pruebas de laboratorio, como análisis de sangre, pruebas de imagen (como radiografías o resonancias magnéticas) y en ocasiones, biopsias.

Existen varias clasificaciones algunas de ellas son:

1. Artritis: afectación directa de las articulaciones, provocando hinchazón, dolor y disminución de su movilidad.

2. Osteoporosis y enfermedades primarias del hueso: la osteoporosis es una enfermedad en la que la falta de resistencia ósea conduce a la aparición de fracturas.

3. Enfermedades autoinmunes y sistémicas: este grupo de enfermedades tiene como base principal la alteración del sistema inmunológico, es decir que el cuerpo se ataca a sí mismo. Estas enfermedades se llaman sistémicas, porque generalmente afecta a diferentes órganos y sistemas. Algunos ejemplos son: la esclerosis sistémica, el lupus, el síndrome de Sjögren, la polimiositis, entre otros.