Artritis psoriásica y reumatoide: Enfermedades distintas con consecuencias graves
La artritis psoriásica y la artritis reumatoide son enfermedades inflamatorias que afectan las articulaciones, pero su origen y evolución son distintos. Mientras que la artritis reumatoide es un proceso inflamatorio de la membrana sinovial que nutre las articulaciones, la artritis psoriásica está asociada a la inflamación de tendones y ligamentos, y suele presentarse en personas con antecedentes de psoriasis en la piel o familiares directos con la enfermedad.
Según el reumatólogo Dr. José Rodríguez Santiago, el diagnóstico de la artritis psoriásica puede ser complejo porque no todos los pacientes presentan lesiones visibles en la piel al inicio de la enfermedad. Sin embargo, si una persona tiene psoriasis o un familiar cercano con esta condición, debe estar atenta a cualquier dolor o inflamación en las articulaciones.
«Hay una predisposición genética, pero eso no significa que todos los hijos de personas con la enfermedad la desarrollen. Sin embargo, la penetración es mayor en la artritis psoriásica que en la reumatoide», explica el especialista.
¿Quiénes están en riesgo?
La artritis reumatoide afecta principalmente a mujeres entre los 30 y 50 años, con una proporción de 3 a 1 sobre los hombres. En el caso de la artritis psoriásica, la distribución por género es más equitativa, aunque tiende a presentarse con mayor frecuencia en adultos jóvenes.
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Los pacientes mayores con estas condiciones enfrentan un desafío adicional, ya que pueden tener comorbilidades como diabetes e hipertensión, lo que complica el tratamiento y el manejo de la enfermedad.
Cuando estas enfermedades no son diagnosticadas y tratadas a tiempo, pueden tener consecuencias graves. Por ejemplo, en el caso de la artritis psoriásica, el impacto no es solo físico, sino también social y psicológico. Además del dolor y la inflamación articular, los pacientes pueden enfrentar discriminación debido a la apariencia de su piel.
«Existe el mito de que la psoriasis es una condición infecciosa, y es un estigma que debemos erradicar de la conciencia colectiva», enfatiza el especialista.
En muchas ocasiones, los pacientes que no reciben tratamiento adecuado pueden desarrollar esclerosis severa en las articulaciones, lo que limita su movilidad hasta el punto de dejarlos sin capacidad de movimiento. «El diagnóstico temprano es clave para evitar que una persona termine encamada», advierte el Dr. Rodríguez Santiago.
La importancia del acceso al tratamiento
El diagnóstico oportuno y el tratamiento adecuado son fundamentales para evitar complicaciones a largo plazo, para ello, es esencial que los pacientes con sospecha de artritis psoriásica o reumatoide acudan tanto al dermatólogo como al reumatólogo.
En este sentido, los especialistas insisten en la necesidad de un mayor apoyo por parte de los seguros médicos para garantizar que los pacientes reciban los tratamientos adecuados a tiempo.
«Necesitamos el apoyo de los seguros médicos para poder minimizar el impacto de estas enfermedades y cumplir con las necesidades de los pacientes», concluye el especialista.
Enfermedades como la artritis psoriásica y la artritis reumatoide no solo afectan la calidad de vida de quienes las padecen, sino que también representan un reto para el sistema de salud. La detección temprana y el acceso a un tratamiento adecuado pueden marcar la diferencia entre una vida activa y la discapacidad.