Artritis psoriásica y psoriasis: diagnóstico, síntomas y manejo

La artritis psoriásica y la psoriasis son condiciones reumáticas complejas que afectan a un número significativo de personas en todo el mundo. En una entrevista exclusiva de BeHealth con el Dr. Santiago Rodríguez y Leticia López de APAPP, Asociación de Reumatólogos de Puerto Rico, se discutió en profundidad la relación entre estas enfermedades, así como su diagnóstico y manejo.

Según el Dr. Rodríguez Santiago, «existen cinco presentaciones clínicas distintas de artritis psoriásica, lo que refleja la complejidad de la condición y la necesidad de un diagnóstico preciso basado en síntomas específicos». 

Aunque la artritis psoriásica tiene una fuerte predisposición genética, no todas las personas con psoriasis desarrollan esta complicación. Sin embargo, la presencia de psoriasis en la piel o antecedentes familiares significativos son indicativos importantes para el diagnóstico temprano.

Leticia López compartió estadísticas relevantes sobre la prevalencia de la psoriasis en Puerto Rico, destacando que «aproximadamente el 80% de los pacientes presentan psoriasis en placas, que es la forma más común y se manifiesta en áreas como el cuero cabelludo, codos y pies». 

Además, mencionó que la psoriasis en las uñas es frecuente y puede indicar un mayor riesgo de desarrollar artritis psoriásica. «Es esencial entender que la psoriasis no se limita a la piel; puede afectar las articulaciones y estar asociada con otras condiciones como la obesidad y el síndrome metabólico», explicó.

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Por otro lado, diferenciar la artritis psoriásica de otras formas de artritis, como la osteoartritis o la artritis reumatoide, es crucial para un manejo efectivo. Según el Dr. Rodríguez Santiago, «el diagnóstico inicial a menudo se basa en la evaluación de lesiones cutáneas características por parte de un dermatólogo. Las lesiones en las uñas, por ejemplo, pueden ser un indicativo de psoriasis ungueal, una manifestación común en pacientes con artritis psoriásica«. Además, es importante evitar tratamientos inapropiados, como los para hongos, que podrían empeorar la condición.

El Dr. Rodríguez Santiago compartió también los avances significativos en los tratamientos a lo largo de los años. «Desde los años 80, hemos visto una evolución impresionante en las opciones terapéuticas, pasando de tratamientos tópicos a biológicos y moduladores del sistema inmunológico que han transformado la calidad de vida de los pacientes», mencionó.

El manejo de la artritis psoriásica implica un enfoque multidisciplinario debido a la variabilidad de la condición, que puede afectar diferentes partes del cuerpo, incluyendo la columna, manos, pies y otras articulaciones grandes y pequeñas. Los pacientes pueden experimentar dolor en diversas áreas, lo que requiere una combinación de terapias y un seguimiento médico continuo.

Por su parte, Leticia López destacó la importancia del apoyo psicológico en el manejo integral de estas enfermedades. «Los pacientes con dolor crónico enfrentan desafíos emocionales significativos, como la depresión y la ansiedad. Es fundamental abordar estas necesidades emocionales mediante apoyo psicológico y comunitario», finalizó.

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