La poliomielitis, o polio, es una patología viral aguda y extremadamente contagiosa, que puede afectar a los nervios del sistema nervioso central y causar formas temporales o permanentes de parálisis.
Para los enfermos de poliomielitis, la afectación del sistema nervioso central puede ser fatal; afortunadamente, sin embargo, este fenómeno es muy poco frecuente (afecta al 6% de los casos), mientras que la forma leve (o menor) de la enfermedad, en la que el virus de la poliomielitis se limita a invadir el intestino, es mucho más común.
La falta de un tratamiento específico da necesariamente una importancia extrema a la prevención. Hoy en día, la vacunación es el medio más eficaz para prevenir la polio.
Causas
Al ser una enfermedad infecciosa viral, la polio es el resultado de la acción de un virus.
Para ser precisos, el virus que causa la polio es el llamado poliovirus.
Cómo se transmite el virus de la polio
El virus de la polio es un microorganismo cuya transmisión entre los seres humanos puede ocurrir:
Por transmisión fecal oral. Los médicos hablan de transmisión fecal oral cuando, debido a medidas de higiene inadecuadas, un patógeno pasa de alguna manera del sistema digestivo de una persona infectada al sistema digestivo de una persona sana.
Por ejemplo, se trata de un caso de transmisión fecal oral cuando un individuo infectado infecta a un individuo no infectado preparando alimentos para este último con sus manos no lavadas adecuadamente después de la defecación.
La transmisión fecal oral es el modo más común de transmisión del virus de la polio.
Por contacto con moco, saliva o flema que pertenezca a un individuo infectado y que contenga, por supuesto, el patógeno viral. Es una ruta de transmisión poco común, sin embargo, es posible.
Por simple contacto entre una persona infectada y una no infectada. Es otra ruta muy poco común de transmisión del virus de la polio.
Síntomas y complicaciones
Las complicaciones neurológicas y las posibles consecuencias fatales de la poliomielitis hacen de esta enfermedad una de las más temidas. Cabe señalar, sin embargo, que en la mayoría de los casos la poliomielitis es una enfermedad asintomática o levemente sintomática, por lo que es similar a muchas otras infecciones mucho menos peligrosas.
