ABC de la esquizofrenia infantil
Parece muy difícil que un niño se encuentre en situaciones psicológicas graves. Y sin embargo, incluso a una edad tan temprana, uno puede verse afectado por patologías graves como la esquizofrenia infantil.
¿Qué es la esquizofrenia infantil?
La esquizofrenia infantil real generalmente se manifiesta después de los 5-6 años de edad y es reconocible por el hecho de que el niño tiene una relación visiblemente alterada con su entorno, tiende a aislarse, es fácilmente irritable, agresivo, pierde la creatividad y el deseo de explorar, de conocer el entorno, por el que muestra poco interés.
Las esquizofrenias que afectan al niño menor de 5 años se denominan síndromes precoces o pseudoamentiales. La sintomatología del síndrome pseudoamential inicialmente consiste en alteraciones del sueño y rechazo de la comida y luego conduce a déficits psicomotores.
La esquizofrenia es un trastorno psiquiátrico grave en el que la diferencia entre la realidad y la ficción se vuelve borrosa para la persona. Puede conducir a un comportamiento anormal e impedir el desarrollo cognitivo y emocional del niño.
La esquizofrenia infantil o de inicio temprano es muy rara y ocurre en 1 de cada 30.000 niños.
¿Qué causa la esquizofrenia en los niños?
Según la investigación, una combinación de factores conduce al desarrollo de esta condición. No se sabe por qué comienza antes en algunas personas que en otras.
Estas son las razones por las que ocurre la esquizofrenia:
- Genética: los estudios han relacionado múltiples genes con la aparición de la esquizofrenia. Sin embargo, la presencia de estas combinaciones de genes no tiene por qué conducir necesariamente a la esquizofrenia.
- Cualquier antecedente de enfermedad mental en la familia podría ser motivo de esquizofrenia en los niños.
- Además, la edad del padre tiene un impacto en el niño. Una edad avanzada de más de 30 años del padre podría conducir a la esquizofrenia en el niño.
- Anatomía del cerebro: la estructura del cerebro y los cambios químicos pueden ser un factor importante. Algunos neurotransmisores, como la dopamina y el glutamato, se encuentran naturalmente en el cerebro. Un desequilibrio en ellos puede contribuir a la esquizofrenia.
- Entorno infantil: la pérdida temprana de los padres, la falta de sentido de la maternidad, el vínculo débil con la madre, el traumatismo craneoencefálico, el abuso físico y mental pueden tener un impacto directo en la psicología del niño y pueden conducir a la esquizofrenia.
- Complicaciones prenatales: la exposición de una mujer embarazada al virus de la influenza, el virus de la rubéola, las infecciones respiratorias, los analgésicos y la desnutrición pueden provocar esquizofrenia.
- Crecimiento y desarrollo anormales del feto: como bajo peso al nacer, malformaciones congénitas, circunferencia de la cabeza pequeña y complicaciones obstétricas como asfixia, atonía uterina, cesárea de emergencia pueden ser las causas, pero generalmente en combinación con otros factores de riesgo.
Factores de riesgo de esquizofrenia:
Los factores de riesgo son los mismos que las causas que conducen a la esquizofrenia infantil. Algunos de ellos son:
- Antecedentes familiares de esquizofrenia.
- Deleciones cromosómicas en los cromosomas 1, 8, 15 y 22
- Enfermedades autoinmunes que provocan una mayor activación del sistema inmunológico.
- La edad avanzada del padre
- Complicaciones durante el embarazo, como mala nutrición o exposición a toxinas que pueden afectar el desarrollo del cerebro
- Uso de psicofármacos por parte de los padres durante la adolescencia
¿Cuáles son los síntomas de la esquizofrenia en los niños?
La esquizofrenia implica una variedad de problemas con respecto al pensamiento, al comportamiento o a las emociones. Los signos y síntomas pueden variar, pero generalmente implican ideas delirantes, alucinaciones o habla desorganizada, y reflejan una deficiencia en la para vivir normalmente. El efecto puede ser incapacitante.
En la mayoría de las personas con esquizofrenia, los síntomas generalmente comienzan hacia los 25 años, aunque pueden comenzar más tarde, hasta mediado de los 30. La esquizofrenia se considera de aparición temprana cuando comienza antes de los 18 años. La aparición de esquizofrenia en niños menores de 13 años es extremadamente atípica.
Con el paso del tiempo, los síntomas pueden variar con respecto al tipo y la gravedad, con períodos en que los síntomas empeoran, o en que hay remisión. Algunos síntomas pueden estar siempre presentes. La esquizofrenia puede ser difícil de identificar en las primeras fases.
¿Cuáles son las complicaciones de la esquizofrenia en los niños?
Si la esquizofrenia infantil no se trata, puede provocar graves problemas emocionales, de comportamiento y de salud. Las complicaciones asociadas con la esquizofrenia pueden presentarse durante la niñez o después, por ejemplo:
- Suicidio, intentos de suicidio y pensamientos de suicidio
- Autolesión
- Trastornos de ansiedad, trastornos de pánico y trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)
- Depresión
- Abuso de alcohol o de otras drogas ilícitas, incluida la nicotina
- Conflictos familiares
- Incapacidad de vivir de manera independiente, asistir a la escuela o trabajar
- Aislamiento social
- Problemas de salud y médicos
- Victimización
- Problemas legales y financieros, y falta de vivienda
- Comportamiento agresivo, aunque poco común
¿Cómo prevenir la la esquizofrenia en los niños?
La identificación y el tratamiento temprano pueden ayudar a que los síntomas de la esquizofrenia infantil se controlen antes de que se desarrollen complicaciones graves. El tratamiento temprano también es crucial para ayudar a reducir los episodios psicóticos, que pueden ser extremadamente aterradores para el niño y para sus padres. Un tratamiento constante puede ayudar a mejorar los resultados de tu hijo o hija a largo plazo.
Es difícil para un padre aceptar que su hijo tiene una enfermedad mental. Es posible que desee negar la situación, cancelar relaciones y demostrar que todos están equivocados. Se necesita tiempo para aceptar la verdad, pero mientras tanto, no se demore en brindar la atención y el cuidado adecuados al niño.
Este es un momento delicado para el niño y necesita desesperadamente tu amor y apoyo. Acepte esto y ayúdelos a recuperarse. Asegúrese de que lleven una vida lo más normal posible.
Fuente: Mayo Clinic