Los pacientes con esta condición pueden presentar enrojecimiento, agrietamiento e hinchazón en la piel. Asimismo, pueden desarrollarse costras y escamas, así como tener secreciones en la zona cutánea. 

Al momento la investigación médica ha demostrado que esta condición no se contagia. 

Para llegar al diagnóstico, su médico ordenará análisis de sangre y pruebas de laboratorio. Además, auscultará sobre su historial familiar de alergias, su patrón de sueño, condiciones previas como asma o rinitis alérgica y la reacción de su piel frente a la exposición de jabones, perfumes y cosméticos.