¿Cómo identificar a una persona con esquizofrenia?

La esquizofrenia afecta casi 1% de la población mundial. En los Estados Unidos una de cada cien personas, como 2.5 millones, padece esta enfermedad. Los síntomas suelen aparecer entre las edades de 13 a 25 años, y es más común en hombres que en mujeres.

Contrario a la creencia popular, la esquizofrenia no es un desdoblamiento de la personalidad, la mayoría de los pacientes no son violentos y no representan peligro para otros.

Las señales de la condición son diferentes para cada caso. Los síntomas pueden desarrollarse durante meses o años, o pueden aparecer repentinamente. Por ello es importante conocerlos para identificar cuándo estamos en presencia de una persona con esta enfermedad.

Señales para identificar a un paciente con esquizofrenia

La esquizofrenia implica una serie de problemas de pensamiento (cognición), comportamiento y emociones. Los signos y síntomas pueden variar, pero generalmente implican una capacidad deficiente de vivir con normalidad.

Pueden también presentarse delirios, alucinaciones, lenguaje o comportamiento desorganizado y capacidad cognitiva alterada. Es posible que las personas escuchen voces o vean cosas que no están allí. En algunos casos también pueden sospechar que otros están leyendo sus mentes, controlando sus pensamientos o intentando hacerles daño.

Estos comportamientos pueden asustar y desconcertar a los individuos con la enfermedad y hacer que se aíslen de los demás o se tornen sumamente agitados. También puede hacer que sea aterrador para los que les rodean.

Las personas con esquizofrenia a veces hablan sobre temas inusuales, lo que puede dificultar el mantener una conversación con ellos. Pueden sentarse durante horas sin hablar ni moverse. A veces, parecen estar perfectamente bien hasta que hablan de lo que están pensando.

Entre estas, otras de las señales que pueden indicar estar en presencia de una persona con esquizofrenia son:

• Manera de hablar o de escribir que no tiene sentido
• Extrañas posiciones del cuerpo
• Falta de motivación
• Deterioro del estudio o del trabajo
• Cambios en la higiene o apariencia
• Distanciamiento de los amigos y los familiares
• Respuestas irracionales, amargas o temerosas hacia seres queridos
• Incapacidad de dormir o de concentrarse
• Comportamiento inapropiado o raro
• Preocupación extrema sobre la religión y lo oculto.
• Humor irritable o depresivo

En caso de que alguien cercano a usted experimente estos síntomas, es recomendable que lo anime a visitar a un profesional médico o de salud mental. El tratamiento a tiempo puede significar un mejor resultado.