El estudio «Factores de riesgo modificables y carga atribuible del paro cardíaco: un análisis de aleatorización mendeliana y de todo el exposoma» descubrió que casi dos tercios de los casos de paro cardíaco podrían prevenirse si las personas tienen un estilo de vida más saludable, previniendo factores de riesgo que involucran decisiones personales e incluso agentes del medio ambiente.
Datos alarmantes
El informe detalla que el paro cardíaco súbito (PCR) constituye una importante causa de mortalidad a nivel mundial debido a su alta letalidad e imprevisibilidad. A nivel mundial, entre 30,0 y 92,3 por cada 100.000 personas sufren PCR fuera del hospital, y entre 120 y 1.740 por cada 100.000 personas sufren PCR intrahospitalario anualmente.
En un estudio con más de 500,000 personas (de mediana edad y ancianos en todo el Reino Unido entre los años 2006 y 2010) seguido por casi 14 años, se encontró que los hábitos de vida tienen un gran impacto en el riesgo de sufrir un paro cardíaco repentino (SCA).
Factores de riesgo
El análisis reveló 56 factores de riesgo que se vincularon fuertemente con un paro cardiaco súbito, incluidos 25 que tuvieron un impacto en el 10 al 17 % de los casos. Entre estos aspectos se incluye fumar, hacer ejercicio, el tiempo que se pasaba viendo televisión, la obesidad, el sueño, la dificultad para respirar, la fuerza de agarre de la mano y el nivel educativo.
“Hasta donde sabemos, este es el primer estudio que investigó de forma exhaustiva las asociaciones entre los factores de riesgo modificables no clínicos y la incidencia de un paro cardiaco súbito”, dijo Chen.
Los factores a mejorar son:
- Una alimentación irregular o falta de ejercicio
- Condición física (peso, grasa corporal y casos de presión arterial)
- Problemas de salud mental y emocional
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Factores que ayudaron a reducir el riesgo:
- Incrementar el consumo de fruta
- Consumo moderado de vino blanco o champán
- Uso moderado de la computadora
Factores que aumentaron el riesgo:
- Sentirse agotado o harto emocionalmente
- Tener más grasa en los brazos o sobrepeso
- Alta presión arterial y menor nivel educativo
Salud emocional y su impacto en el bienestar cardíaco
La investigación logró demostrar el impacto de la salud emocional sobre la salud cardiovascular encontrando que no solo la depresión clínica, sino también los síntomas emocionales más leves, como un estado de ánimo negativo persistente, pueden aumentar el riesgo de sufrir un paro cardíaco repentino.
Se logró comprobar que participar en actividades sociales o de ocio, así como mantenerse físicamente activo en el tiempo libre, puede ayudar a prevenir este tipo de afección o reducir el riesgo significativamente.
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