El renacer de Janet
No pude evitar que se me salieran las lágrimas cuando la vi subirse al podio frente a la congregación. Estábamos en la iglesia cristiana a la que asiste, Morada de Amor, en la celebración de la Pascua judía. Era la primera vez que Janet predicaba en su iglesia desde la muerte de su amado Bienve, su compañero durante más de treinta años.
Janet es, más que amiga, una hermana que me regaló la vida. Trabajé con ella y con Bienvenido en Wapa TV durante mis años como reportera, así que la amistad data de casi cuarenta años. El perderlo a él repentinamente en diciembre pasado fue un golpe duro para tantas personas que lo amábamos. En el caso de Janet, más que golpe, fue como arrancarle parte del corazón.
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Irse a Orlando con él de vacaciones, para regresar sola a tratar de reconstruir lo que sería su nueva vida, no iba a ser tarea fácil.
Por eso quise estar allí con ella, en su iglesia, cuando le tocó hablar de cómo Dios, como su “Padre”, se ha manifestado en su vida en medio de su dolor. Su testimonio fue tan poderoso y me siento tan orgullosa de lo que ha logrado.
Si bien es cierto que el duelo es un proceso sumamente personal, en el caso de Janet, ha sabido manejarlo de una forma magistral. Eso no quiere decir que no llore, o que haya días que no quiere ver ni hablar con nadie, pero se ha empapado del tema lo suficiente para entender en qué etapa se encuentra y permitirse experimentarla.
En vez de encerrarse en su dolor, ella buscó retarse y abrirse a posibilidades de renacimiento. Entre esas posibilidades estuvo permitirnos a muchos sostenerla y cuidarla en su proceso.
Esta misma semana leí una interesante reseña de lo que se vivió en el zoológico de San Diego hace unos días, en medio de un temblor que sacudió el sur de California. El video del área donde viven los elefantes mostró cómo, cuando sintieron la vibración de la tierra, los mayores y más fuertes formaron un círculo para proteger a los más vulnerables y jóvenes que se colocaron en el centro. El artículo señalaba que los elefantes, animales socialmente muy inteligentes: “Cuando perciben una amenaza, a menudo se agrupan en un ‘círculo de alerta’”.
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Cuando vi el video, pensé en cómo Janet se ha dejado “rodear” por los seres que la aman en medio de su dolor. Este renacer ha incluido escoger trabajar presencialmente a tiempo parcial, en vez de hacerlo desde su casa, permitiéndose así el moverse de espacio y conocer gente nueva. Está más activa que nunca con el grupo de manualidades al que asiste semanalmente y también con su grupo de lectura. Y el mes pasado se lanzó al reto de viajar a Europa con buenos amigos, y encontrarse por ratos disfrutando sola el caminar por las calles de Madrid. Su proceso de empoderamiento en medio de la pérdida continúa fortaleciéndose.
En estos días que conmemoramos la muerte y resurrección de Jesús, seamos vehículos para el renacimiento de aquellos que lo necesitan. Y permitamos también que otros lo sean para nosotros. La vida es un constante proceso de pérdidas y ganancias. Nos toca a cada uno transformar esas pérdidas en fortaleza, para nosotros y para los demás. Y no conozco a nadie que pueda hacerlo solo. Crecemos en comunidad.
Gracias, Janet, por permitirnos “rodearte” y por darte la oportunidad de renacer. Estoy segura de que, desde el otro plano, Bienve te observa sonreído, feliz, y orgulloso de ti.