Así funcionan los tipos de gotas oculares para el glaucoma
El glaucoma es una enfermedad ocular que puede dañar el nervio óptico y causar pérdida de visión. Para controlarlo, los médicos suelen recetar gotas oftálmicas que reducen la presión dentro del ojo (presión intraocular). Pero, ¿sabías que existen diferentes tipos de gotas para el glaucoma? Aquí te explicamos las principales.
1. Análogos de prostaglandinas
Son los más recetados porque reducen la presión ocular al mejorar el drenaje del líquido dentro del ojo (humor acuoso). Se aplican una vez al día y suelen tener pocos efectos secundarios. Un posible efecto secundario es el oscurecimiento de los ojos y el crecimiento de las pestañas.
2. Betabloqueadores
Estos medicamentos disminuyen la producción de humor acuoso, reduciendo la presión ocular. Se suelen aplicar una o dos veces al día. Aunque son efectivos, pueden tener efectos en el sistema cardiovascular y respiratorio, por lo que no siempre son recomendados para personas con asma o problemas cardíacos.
3. Inhibidores de la anhidrasa carbónica
Reducen la producción de humor acuoso y se usan cuando otros tratamientos no son suficientes y pueden causar sensación de ardor o sabor metálico en la boca.
4. Agonistas alfa-adrenérgicos
Funcionan de dos maneras: reduciendo la producción de humor acuoso y aumentando su drenaje, aunque pueden causar enrojecimiento ocular y somnolencia.
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5. Mióticos (colinérgicos)
Este tipo de gotas aumentan el drenaje del líquido dentro del ojo. Sin embargo, se usan con menos frecuencia porque pueden causar visión borrosa y molestias, especialmente en ambientes con poca luz.
¿Qué gota es mejor?
No hay una única respuesta. El oftalmólogo elegirá la más adecuada según el tipo de glaucoma y la salud general del paciente. A veces, se combinan diferentes tipos para lograr mejores resultados.
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Si te han recetado gotas para el glaucoma, sigue las indicaciones médicas y aplícalas correctamente. ¡El tratamiento adecuado puede marcar la diferencia en tu visión a largo plazo!
