Los hábitos alimenticios que pueden salvar tu vesícula biliar
La vesícula biliar es un órgano pequeño pero esencial para la digestión de las grasas, ya que almacena y concentra la bilis producida por el hígado. Sin embargo, ciertos factores pueden favorecer la formación de cálculos biliares, una condición conocida como colelitiasis, que puede generar molestias y complicaciones de salud.
De acuerdo con estudios médicos, la aparición de cálculos biliares se asocia a diversas causas, entre ellas, la predisposición genética, el consumo elevado de grasas, algunas enfermedades sanguíneas y factores hormonales, especialmente en mujeres debido a los estrógenos. No obstante, los expertos coinciden en que una alimentación balanceada juega un papel clave en la prevención de esta afección.
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El Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y de Riñón recomienda adoptar hábitos alimenticios saludables para reducir el riesgo de desarrollar cálculos biliares. Entre sus sugerencias destacan aumentar el consumo de fibra a través de frutas, verduras y cereales integrales, así como disminuir la ingesta de azúcares y carbohidratos refinados. Además, el consumo de grasas saludables presentes en aceites naturales como el de oliva o pescado favorece el adecuado funcionamiento de la vesícula biliar.
Por otro lado, es importante evitar ciertos alimentos que pueden comprometer la salud de este órgano: Entre los principales responsables se encuentran la comida ultraprocesada, los productos lácteos enteros, las carnes con alto contenido graso, los condimentos irritantes y las grasas trans.
También se recomienda moderar el consumo de frutos secos y bebidas azucaradas o alcohólicas, ya que pueden contribuir a la inflamación de la vesícula.
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Los especialistas advierten sobre el peligro de recurrir a dietas extremas o remedios caseros para la limpieza de la vesícula sin supervisión médica. En su lugar, enfatizan la importancia de mantener un estilo de vida saludable, con una alimentación equilibrada, ejercicio regular y chequeos médicos periódicos. Estos cuidados no solo contribuyen a prevenir cálculos biliares, sino que también favorecen el bienestar general del sistema digestivo.