Viviendo con colitis ulcerosa, la inspiradora historia de Jeiny Santana
A los 14 años, la vida de Jeiny Santana dio un giro inesperado cuando fue diagnosticada con colitis ulcerosa, una enfermedad inflamatoria intestinal crónica que afectaría tanto su salud física como emocional. Enfrentarse a esta condición desde tan joven fue un desafío lleno de incertidumbre, pero también marcó el inicio de un camino de aprendizaje, resiliencia y transformación. Hoy, Jeiny comparte su historia con el propósito de crear conciencia, inspirar a otros y mostrar que, incluso en medio de las dificultades, siempre es posible encontrar esperanza.
El impacto del diagnóstico en la adolescencia
Recibir un diagnóstico de colitis ulcerosa a tan corta edad fue una experiencia abrumadora para Jeiny. “En ese momento, no entendía completamente lo que significaba tener colitis ulcerosa ni cómo iba a cambiar mi vida. Fue un proceso de adaptación lleno de incertidumbre, pero también el inicio de un viaje para aprender a convivir con la enfermedad”.
Sus primeros síntomas, como sangrado rectal, dolor abdominal y pérdida de peso, empezaron a afectar su calidad de vida y preocupar a su familia. Sin embargo, una vez obtenido el diagnóstico, su prioridad fue adaptarse a esta nueva realidad y aprender a manejarla.
El apoyo incondicional de la familia
En medio de este desafío, la familia de Jeiny se convirtió en su principal fuente de fortaleza. “Mis padres estaban muy preocupados, pero su prioridad siempre fue buscar soluciones y ofrecerme apoyo. Fue un momento difícil para todos, pero juntos aprendimos a manejar la situación”.
Jeiny también encuentra inspiración en su hermano Max, quien siempre le recuerda: “No importa el paso que vayas, siempre que no te detengas”. Estas palabras se convirtieron en su mantra durante los momentos más difíciles.
Adaptaciones y sacrificios en la rutina diaria
El diagnóstico de colitis ulcerosa trajo cambios significativos a su rutina. Jeiny tuvo que ajustar su alimentación, incorporar tratamientos médicos y aprender a escuchar las señales de su cuerpo. Esto tuvo un impacto considerable en su vida social y académica. “Hubo momentos en los que las hospitalizaciones o los brotes de la enfermedad me impedían asistir a clases o participar en actividades con amigos. A veces me sentía aislada porque pocos comprendían lo que estaba pasando”.
Explicar su condición a amigos y compañeros fue uno de los mayores retos. “Al verme bien físicamente, las personas no entendían la gravedad de lo que estaba enfrentando. Había mucha incomprensión, lo que en ocasiones me llevó a aislarme para evitar tener que justificarme”.
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Tratamientos y su impacto en la calidad de vida
En su camino, Jeiny ha recibido diversos tratamientos. “Cada uno ha tenido diferentes niveles de eficacia y efectos secundarios, pero todos han sido parte de mi camino para mejorar mi calidad de vida”. Aunque algunos tratamientos causaron efectos secundarios significativos, Jeiny continuó buscando alternativas que le permitieran llevar una vida más estable.
Además de los medicamentos, Jeiny ha implementado cambios importantes en su estilo de vida, eliminando alimentos que desencadenan síntomas y manejando el estrés. Durante los brotes, sigue estrictamente las indicaciones médicas, descansa y adapta su alimentación a las necesidades de su cuerpo.
Resiliencia y logros personales
A pesar de las dificultades, Jeiny ha logrado cumplir metas importantes que reflejan su determinación y fortaleza. “Uno de mis mayores logros es haberme graduado magna cum laude de mi bachillerato en Ciencias de Enfermería”. Actualmente, está cursando una maestría en oncología, un área que le apasiona profundamente y en la que espera ayudar a otros.
Jeiny también ha encontrado apoyo en comunidades como el grupo “Viviendo con Crohn y Colitis”, donde puede compartir experiencias y aprender de otras personas que enfrentan retos similares.
El impacto emocional de la colitis ulcerosa
Jeiny reconoce que manejar los aspectos emocionales de la enfermedad es igual de importante que atender los físicos. “Asisto a terapia con una psicóloga, lo que me ha ayudado muchísimo a trabajar en mi bienestar emocional. También hablo abiertamente con mi familia y trato de enfocarme en lo positivo”.
A través de este proceso, ha aprendido valiosas lecciones sobre sí misma: “He aprendido que soy resiliente y que tengo una capacidad para adaptarme a los desafíos. También he descubierto una pasión por ayudar a otros, especialmente a aquellos que enfrentan situaciones de salud complejas”.
Un mensaje para quienes enfrentan este diagnóstico
Jeiny desea que las personas comprendan que, aunque la colitis ulcerosa no siempre se manifiesta externamente, puede ser profundamente debilitante. Su consejo para quienes han recibido un diagnóstico similar es: “No pierdan la esperanza, busquen un buen equipo médico y apoyo emocional. Den permiso para sentirse vulnerables, pero nunca dejen de luchar por su bienestar”.
Creando conciencia y empoderando a otros
Para Jeiny, aumentar la conciencia sobre las enfermedades inflamatorias intestinales es fundamental. Cree que compartir historias como la suya puede ayudar a desestigmatizar estas condiciones y fomentar una mayor comprensión. “Hablar abiertamente sobre estas condiciones y educar a las personas sobre los síntomas y el impacto que tienen puede ayudar a desestigmatizarlas”.
La historia de Jeiny Santana es un recordatorio de que, con el apoyo adecuado y una actitud positiva, es posible enfrentar cualquier desafío. Su resiliencia, combinada con el amor de su familia y su fe, le ha permitido no solo convivir con su enfermedad, sino también florecer y ayudar a otros a encontrar su camino en circunstancias similares.
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