Las enfermedades inflamatorias intestinales son condiciones crónicas de causa desconocida que provocan inflamación en el colon y/o intestino delgado, presentándose en forma de brotes. Estas enfermedades comprenden dos entidades principales: la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn. Aunque suelen afectar principalmente a personas entre los 20 y 30 años, también hay casos en los que se detecta la enfermedad en personas de mayor edad.
En una entrevista realizada por BeHealth, Isabel Rodríguez Vega, una joven de 21 años diagnosticada con colitis ulcerosa, compartió su experiencia y nos contó todo lo que ha enfrentado desde su diagnóstico hasta el día de hoy.
Isabel fue diagnosticada oficialmente con colitis ulcerosa a los 16 años. En ese momento, el diagnóstico inicial fue incierto, ya que los médicos no lograban determinar si se trataba de colitis ulcerosa o de la enfermedad de Crohn. Fue hasta 2019, cuando Isabel tenía 17 años, que finalmente recibió el diagnóstico definitivo de colitis ulcerosa.
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Desde pequeña, Isabel había experimentado problemas estomacales. Durante esa época, los médicos le diagnosticaron gastritis crónica, e incluso en ocasiones se mencionó la posibilidad de intolerancia a la lactosa. En su niñez, llegó a presentar vómitos con sangre, lo que generó preocupación. A los 16 años, los síntomas empeoraron, y fue cuando experimentó su primer episodio de sangrado rectal, además de desarrollar una úlcera en el estómago. En ocasiones, los médicos confundían el diagnóstico entre colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn , debido a la similitud de los síntomas.
¿Cuáles fueron sus síntomas?
“En octubre de 2019, cada vez que comía, tenía que ir al baño. De repente, comencé a tener dolores de estómago, retorcijones intensos, que aumentaban de forma progresiva en una escala del uno al diez, siempre llegando al diez. En noviembre de ese mismo año, estuve alrededor de un mes hospitalizada”, comentó Rodríguez.
Entre los síntomas que presentó, se encontraba el sangrado rectal. Al principio, la cantidad de sangre era mínima, lo que alertó a su madre. En un principio, se pensó que el problema podría estar relacionado con el consumo de alimentos derivados de la leche, por lo que se suspendieron estos productos, creyendo que esa podría ser la causa de los síntomas.
Un día, Isabel experimentó otro episodio de diarrea, pero esta vez la cantidad de sangre fue excesiva, lo que empeoró su malestar. “Mi mamá, que es enfermera, al ver lo que estaba sucediendo, decidió enviarme de urgencias al hospital porque ya no era normal”, relató Rodríguez. En la sala de urgencias, le realizaron una revisión para asegurarse de que no tuviera un sangrado interno, y fue hospitalizada. En ese momento, los síntomas se intensificaron, incluyendo cansancio extremo, diarrea constante durante el día y sangrados.
Durante su estadía en el hospital, Isabel se sometió a estudios como colposcopia, endoscopia y biopsia del intestino. Estuvo hospitalizada entre 7 y 8 días, en los cuales presenta más síntomas, como vómitos, dolores abdominales y cólicos estomacales que se intensificaban con el tiempo. Fue dada de alta cuando los síntomas empezaron a disminuir. En 2020, tras cambiar de gastroenterólogo, le realizaron nuevamente los mismos exámenes, y fue entonces cuando finalmente le confirmaron el diagnóstico de colitis ulcerosa.
En cuanto a la enfermedad, Isabel comentó: “Al principio no tenía idea de qué se trataba. En el hospital me explicaron en qué consistía, yo sabía que me habían diagnosticado con algo, pero no entendía la magnitud de la condición”.
Uno de los mayores retos durante su enfermedad fue adaptarse a nuevas dietas y rutinas, lo que empeoró la ansiedad que ya padecía. Isabel comenzó a experimentar ataques de pánico, se aisló socialmente, se sintió triste y, en ese momento, desarrolló una depresión que no fue diagnosticada de inmediato.
“Tenía miedo de ir al baño, porque en algún momento ya no se tiene control sobre ello. Tenía que hablar con mis maestros, pedir acomodaciones, y siempre estaba preparada por si algo sucedía durante el día y no alcanzaba a llegar al baño”, relató Vega.
Tratamientos
Durante los diferentes tratamientos que Isabel siguió, experimentó problemas con su autoestima debido a los efectos secundarios de los medicamentos, que incluían:
- Inflamación en la cara
- Acné
- Dolores abdominales
- Cansancio
- Diarrea (con menos sangrados gracias a los medicamentos)
- Dolor en los huesos
- Psoriasis (desde los pies hasta la cabeza)
- Caída de cabello
Cada paciente reacciona de manera distinta a los tratamientos, por lo que los médicos van ajustando los medicamentos hasta encontrar el más adecuado. Actualmente, Isabel ha logrado estabilizarse con un nuevo medicamento que no le ha provocado efectos secundarios, lo que ha mejorado su bienestar general.
¿Cómo enfrentar la salud mental en estos casos?
Isabel nos cuenta que, a pesar de su edad, logró sobrellevar la enfermedad de manera positiva. A pesar de las dificultades, pudo mantener buenas calificaciones, terminar la escuela, ingresar a la universidad y seguir adelante con su vida. Desde el primer momento en que fue hospitalizada, Isabel recibió el apoyo de varios psicólogos que le ayudaron a controlar sus emociones y a enfrentar la enfermedad. Reconoce lo importante que es contar con el apoyo de profesionales de la salud mental. Además, desde 2020, comenzó a recibir terapia psicológica, lo que ha sido fundamental para manejar su condición.
Consejos
“Muchas veces pensamos que la enfermedad es lo peor que nos ha pasado. Hace poco conocí a una persona que también tiene esta condición y la escuché decir que pasó de pensar que era lo peor que le había ocurrido a decir que ha sido lo mejor que le ha pasado», expresó Rodríguez.
Isabel reflexiona que, gracias a la enfermedad, ha encontrado un mayor sentido a la vida. Ahora tiene más motivación para cuidarse, porque siempre tiene un propósito que la impulsa a seguir adelante y a hacer lo que desea.
“Trata de ver las cosas desde una perspectiva positiva. Ponerte un objetivo le da sentido a la vida, y eso es lo que debemos hacer cuando estamos enfrentando una enfermedad”, aconsejó Isabel.
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