La diabetes se dispara: Más de 800 millones de afectados en tres décadas
Un informe revela un alarmante aumento global de la enfermedad, especialmente en países de renta baja y media, y llama a una acción mundial urgente.
La diabetes, una de las principales amenazas para la salud global, ha cuadruplicado su prevalencia en las últimas tres décadas. Según un estudio publicado por la revista médica The Lancet y respaldado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el número de personas diabéticas en el mundo pasó de 198 millones en 1990 a 828 millones en 2022, lo que representa un aumento de 630 millones de casos en 32 años.
Un problema global en expansión
El informe revela que el aumento más significativo de casos se ha producido en países de renta baja y media, particularmente en el sureste asiático, el sur de Asia, Medio Oriente y América Latina. Países como Jamaica, Trinidad y Tobago y Costa Rica figuran entre los más afectados en esta última región.
La prevalencia mundial de diabetes en adultos prácticamente se duplicó, pasando del 7% en 1990 al 14% en 2022. Las cifras reflejan, según el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, un preocupante vínculo con el aumento de la obesidad. Este fenómeno está “agravado por la comercialización de alimentos poco saludables, la falta de actividad física y las crecientes dificultades económicas”.
Con motivo del Día Mundial de la Diabetes, celebrado el 14 de noviembre, la OMS hizo un llamado a todos los países para implementar políticas que fomenten estilos de vida saludables y sistemas de salud que brinden prevención, detección temprana y tratamiento.
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Desigualdades en el tratamiento
A pesar de su alarmante propagación, más de la mitad de las personas con diabetes en el mundo no reciben tratamiento. En 2022, aproximadamente 450 millones de adultos mayores de 30 años, que representan el 59% del total de diabéticos, carecían de atención médica adecuada.
El acceso al tratamiento es especialmente limitado en las regiones de África, el sureste asiático y el Mediterráneo Oriental, donde menos del 40% de los pacientes reciben medicamentos para controlar los niveles de glucosa. En contraste, países como México, Colombia, Chile y Costa Rica lideran en América Latina con las mayores mejoras en la cobertura de tratamiento, superando el 55% en algunos casos.
Sin embargo, en otras regiones como África subsahariana, el Caribe y el Pacífico, la cobertura no ha mostrado avances significativos en los últimos años, lo que acentúa las desigualdades globales en el manejo de la enfermedad.
Causas detrás del aumento
La OMS identifica varios factores clave que han contribuido a la explosión de casos de diabetes, particularmente de tipo 2, que representa la mayoría de los casos:
- Obesidad y sobrepeso: Directamente relacionados con malos hábitos alimenticios y dietas poco saludables.
- Inactividad física: Agravada por estilos de vida sedentarios.
- Desigualdades económicas: Limitan el acceso a alimentos saludables y atención médica preventiva.
Tedros Adhanom Ghebreyesus instó a los gobiernos a actuar con rapidez, afirmando que “controlar la epidemia mundial de diabetes comienza con políticas que respalden una dieta saludable, actividad física y, lo más importante, sistemas de salud que brinden prevención y tratamiento efectivos”.
Una respuesta global: el marco de monitoreo de la OMS
Para abordar la creciente carga de la diabetes, la OMS presentó un nuevo marco global de monitoreo que permitirá a los países medir y evaluar sus avances en la prevención y atención de la enfermedad. Este marco incluye indicadores clave como el control de la glucemia, la hipertensión y el acceso a medicamentos esenciales, proporcionando una hoja de ruta para priorizar recursos y mejorar resultados.
El marco se suma al Pacto Mundial contra la Diabetes, lanzado en 2021, cuyo objetivo es garantizar que todas las personas con diabetes tengan acceso a un tratamiento equitativo, asequible y de calidad. Este pacto también busca prevenir nuevos casos de diabetes tipo 2 mediante la promoción de hábitos de vida saludables y la lucha contra los factores de riesgo como la obesidad.
Metas para el futuro
Entre las metas establecidas por la OMS para 2030, destaca lograr que el 80% de los diabéticos diagnosticados mantengan un buen control de la glucemia. Este objetivo, junto con otras iniciativas, busca frenar el avance de una enfermedad que ya afecta a una de cada nueve personas en el mundo.
Conclusión: una epidemia silenciosa, pero evitable
El impacto de la diabetes en la salud pública global es innegable. Más allá de las cifras alarmantes, la enfermedad representa una carga económica y social que afecta desproporcionadamente a las comunidades más vulnerables. Sin embargo, los expertos coinciden en que gran parte de esta crisis es prevenible.
La clave está en la acción conjunta: políticas públicas sólidas, sistemas de salud inclusivos y un cambio en los hábitos de vida a nivel individual. Como señala el informe, la lucha contra la diabetes no solo es una cuestión de tratamiento, sino también de prevención y equidad.
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