Claves para el bienestar: Desde el embarazo hasta la crianza
La reciente socialización sobre el entendimiento de la salud emocional en todas las etapas de la vida, realizada por las MS. y terapeutas en adiestramiento Patricia Robles y Kiara E. Cruz, puso en primer plano la importancia de la salud conductual y el bienestar integral de la persona gestante y su familia, abarcando el embarazo, el postparto y la etapa de crianza, para fomentar la resiliencia mental y emocional en cada etapa de este ciclo vital.
En ese sentido, se habló sobre la salud mental perinatal y la necesidad de espacios de apoyo que permitan la autocompasión y el autocuidado en el proceso de convertirse en madre, padre o cuidador, entendiéndose que la «crianza es un camino, no una carrera,” haciendo énfasis en la elección de un grupo de apoyo confiable que ofrezca confianza, seguridad y ayuda en momentos difíciles.
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Patricia Robles introdujo la idea del “termómetro emocional,” una herramienta diseñada para evaluar la frecuencia y la intensidad de las emociones, lo cual ayuda a las personas gestantes y sus familias a monitorear y gestionar su bienestar emocional en esta etapa tan importante, dando un panorama como los estilos de apego – seguro, evitativo y ansioso – influyen profundamente en el desarrollo emocional y cognitivo de los niños y en sus habilidades de socialización.
Explicó que los estilos de apego ansioso o evitativo, que pueden surgir de relaciones inconsistentes o negligentes con los cuidadores, reflejan una respuesta al dolor, estrés o frustración en la relación entre el bebé y su entorno de apoyo.
‘Recriarse’
Uno de los puntos más innovadores de la charla fue el concepto de “recriarse mientras crías,” que implica asumir un papel amoroso hacia el propio niño interior mientras se emulan estos comportamientos de cuidado y empatía en la crianza de los hijos.
Robles describió cómo este proceso permite a los cuidadores sanar sus propias experiencias emocionales insatisfechas, estableciendo límites saludables y desarrollando habilidades de regulación emocional para crear un entorno positivo en la familia.
“Cuidar a su niño interior puede ayudarle a convertirse en el cuidador más saludable,” señaló Robles, agregando que enfrentar estas emociones es particularmente valioso si se ha crecido con cuidadores emocionalmente inmaduros.
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Finalmente, se abordó el impacto de las emociones de la persona gestante en el bebé durante el embarazo. El estrés psicológico, la depresión y la ansiedad pueden influir negativamente en el desarrollo fetal, con estudios que muestran una relación entre la angustia materna y eventos adversos en el parto, bajo peso al nacer, problemas cognitivos y de conducta, e incluso retrasos en el desarrollo motor del bebé.