Huracán Milton: cómo afecta la salud mental y consejos para sobrellevarlo
¿Qué sientes cuando escuchas que un huracán, como Milton que está arrasando con todo a su paso? Estos eventos no solo dejan daños materiales. También pueden afectar tu bienestar emocional. Hoy aprenderás a reconocer ese impacto y cómo cuidar tu salud mental.
No solo hay calles inundadas o casas averiadas, eventos naturales como Milton, también pueden hacerte sentir inseguro, ansioso o preocupado. No es raro sentir miedo por lo que pueda pasar después o estar triste por lo que has perdido. Estos sentimientos son normales, y es importante que no los ignores.
Según la American Psychological Association (APA), los desastres asociados a fenómenos naturales, como los huracanes, pueden dejar una huella emocional en quienes los viven. Después de un evento de este tipo, muchas personas sienten ansiedad, tienen problemas para dormir o se sienten más irritables. Algunas incluso pueden desarrollar estrés postraumático, que es cuando los recuerdos del huracán vuelven una y otra vez, causando nervios o estado de alerta, aunque el peligro ya haya pasado.
“Hay que prestar atención a los impactos y efectos también emocionales, no sólo psicológicos del individuo, también sociales, porque, por ejemplo; muchas afectaciones o desastres uno tras otro también hace sentir a la gente más insegura”, señala la investigadora Alice Poma, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM en México, en diálogo con el diario mexicano El Economista.
En resumidas cuentas, la ‘furia de la naturaleza’ podría hacer que la gente se sienta menos segura y más vulnerable, lo que afecta la manera en que interactúan con los demás.
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¿Cómo afecta a la comunidad?
El impacto de un huracán no solo lo sientes tú, también afecta a quienes te rodean. Las comunidades suelen sufrir la pérdida de servicios básicos, como luz o agua, y esto genera estrés y frustración. Además, la destrucción de casas y negocios deja a muchas personas sin trabajo o sin un lugar donde estar, lo que aumenta la sensación de desesperanza.
Después del huracán Katrina, uno de los más devastadores en la historia de Estados Unidos, el National Institute of Mental Health (NIMH), junto con la Universidad de Tulane y la Universidad Estatal de Louisiana (LSU), llevaron a cabo un estudio que reveló que las personas afectadas no solo experimentaron daños físicos, sino también emocionales, como depresión y ansiedad.
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Si viví un huracán: ¿Qué puedo hacer?
Hay varias cosas que puedes hacer para cuidar de ti mismo y de los tuyos después de un huracán. Aquí te dejamos algunos consejos que pueden ayudarte a sobrellevar mejor la situación:
- Acepta lo que sientes: Es normal sentir miedo, tristeza o frustración después de un huracán. No trates de reprimir esos sentimientos, al contrario, permítete sentirlos y exprésalos con alguien de confianza. Hablar sobre lo que te pasa puede ser liberador.
- Busca apoyo: No te aísles. Mantén el contacto con amigos, familiares o vecinos. Sabemos que en momentos de crisis es difícil ver lo positivo, pero estar acompañado puede hacer que te sientas más fuerte y menos solo.
- Pide ayuda profesional si la necesitas: Si sientes que la situación te supera, no dudes en buscar a un profesional. A veces, una charla con un psicólogo o un consejero puede hacer toda la diferencia. Hay muchos programas de ayuda que están diseñados para apoyar a las personas en situaciones de emergencia.
- Establece una rutina: Sabemos que es difícil volver a la normalidad después de un huracán, pero tener una rutina, aunque sea pequeña, puede darte una sensación de control. Cosas tan simples como organizar tu espacio o tomarte un tiempo para hacer algo que disfrutes pueden marcar una gran diferencia.
- Cuida tu cuerpo: El estrés también afecta tu cuerpo. Procura moverte, aunque sea con ejercicios ligeros. También intenta descansar lo más que puedas, ya que el sueño es esencial para recuperarte física y mentalmente.
- Filtra la información: Estar informado es importante, pero no te expongas a un bombardeo constante de noticias negativas. Trata de limitar el tiempo que pasas viendo reportajes sobre el huracán, sobre todo si te hacen sentir peor.