Puedes apoyar el desarrollo de tu hijo proporcionando un entorno seguro y estimulante, interactuando con él a través del juego, la lectura, y la conversación, y asegurándote de que tenga una dieta nutritiva y suficiente sueño. Además de seguir juiciosamente el esquema de vacunación

La vacunación oportuna durante la infancia es fundamental porque ayuda a brindar inmunidad antes de que los niños estén expuestos a enfermedades que podrían ser mortales.

Las vacunas pueden prevenir enfermedades infecciosas que antes causaban muerte o daño a muchos bebés, niños y adultos. Sin las vacunas, su hijo está en riesgo de enfermarse gravemente o incluso morir por enfermedades como el sarampión y la tosferina. Recuerda que siempre es mejor prevenir una enfermedad que tratarla después de que ocurra.

Antes de que se administre una vacuna nueva a las personas, se hacen muchas pruebas de laboratorio. Una vez que se comienza a probar en personas, a veces puede llevar años completar los estudios clínicos y aprobar el uso de la vacuna. Los CDC y la FDA toman muchas medidas para garantizar que las vacunas sean seguras tanto antes de que el público comience a usarlas como después.

A veces, los niños tienen reacciones leves a las vacunas, como dolor en el lugar de la inyección o sarpullido. Estas reacciones, también llamadas efectos secundarios, son normales y desaparecerán pronto. Utiliza un paño húmedo y frío para ayudar a reducir el enrojecimiento, el dolor y/o la hinchazón en el lugar de la inyección y consulta con tu médico sobre el tipo de medicamento que puedes suministrar para el manejo de la fiebre.