La odisea del diagnóstico de la esofagitis eosinofílica

La esofagitis eosinofílica (EoE) es una enfermedad crónica que afecta el esófago, causando inflamación debido a una acumulación excesiva de eosinófilos, un tipo de glóbulo blanco. 

Su diagnóstico puede ser un desafío, representando una verdadera odisea para los pacientes desde los primeros síntomas hasta la confirmación precisa. Este viaje diagnóstico está plagado de retrasos, dificultades y a veces diagnósticos erróneos. Los pacientes a menudo se enfrentan a adaptaciones en su dieta y hábitos alimenticios para ayudar a mitigar los síntomas y facilitar el paso de los alimentos por el esófago.

Profesionales de la salud poco familiarizados con la EoE y el protocolo endoscópico específico para esta enfermedad pueden contribuir a los obstáculos en el diagnóstico. Además, algunos pacientes pueden no reconocer los síntomas como anormales, atribuyendo sensaciones como sentir la comida pasar por el esófago como parte de la experiencia normal.

¿Cuándo sospechar la EoE?

La sospecha diagnóstica puede variar según la edad del paciente:

Bebés:

• Reflujo
• Náuseas y regurgitaciones
• Rechazo de alimentos
• Fallo en el crecimiento
• Dolor abdominal
• Tos al comer

Niños, adolescentes y adultos:

• Disfagia
• Dolor retroesternal
• Impactación de alimentos
• Pirosis (ardor)
• Dolor abdominal
• Carraspera
• Tos al comer

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La sospecha diagnóstica aumenta si se observan antecedentes de condiciones alérgicas como asma, dermatitis atópica, rinoconjuntivitis alérgica, sensibilización a alérgenos aéreos, alergia alimentaria mediada por IgE, así como antecedentes familiares de atopia o esofagitis eosinofílica, y eosinofilia en sangre periférica.

¿Cómo se diagnostica la EoE?

El proceso diagnóstico se centra en la endoscopia digestiva alta con biopsias, siendo el único método diagnóstico actualmente disponible. No existen biomarcadores específicos para la EoE. La endoscopia permite la evaluación histológica del esófago y la toma de biopsias, con posibles hallazgos que incluyen patrones inflamatorios y fibroestenóticos, así como otros cambios estructurales en la mucosa esofágica.

Para el diagnóstico de EoE, se deben cumplir tres criterios:

1. Síntomas de disfunción esofágica.
2. Exclusión de otras causas de eosinofilia esofágica.
3. Inflamación esofágica eosinofílica, con al menos 15 eosinófilos por campo de gran aumento que afecten solo al esófago.

El diagnóstico de la esofagitis eosinofílica puede ser desafiante debido a la variabilidad de los síntomas y la necesidad de descartar otras enfermedades esofágicas. Sin embargo, con un enfoque integral que incluya una alta sospecha clínica, endoscopia con biopsia y consideración de pruebas adicionales según sea necesario, es posible diagnosticar y manejar efectivamente esta enfermedad. 

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