Papel de la nutrición en la prevención de enfermedad arterial periférica
¿Cuál es el papel preciso que desempeña la nutrición en el contexto de la enfermedad arterial periférica? Esta afección, que se manifiesta a través del estrechamiento de los vasos sanguíneos fuera del corazón, guarda una estrecha correlación con los hábitos alimenticios. Por eso en BeHealth entrevistamos a Jessica Román, licenciada en dietética, quien nos compartió sobre los factores nutricionales que pueden incidir en el desarrollo o agravamiento de la enfermedad arterial periférica.
Entre estos factores, uno de los más relevantes es la ingesta de grasas saturadas, la cual ha sido directamente vinculada a un mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Según Román, es común recurrir a alimentos fritos cuando estamos apurados o cansados, pero debemos ser conscientes de que estos alimentos son poco saludables.
«Si alguien decide disfrutar de algo frito, hay formas más saludables de hacerlo», destacó. En esta línea, la estrategia que promueve es mantener un plan de alimentación equilibrado durante la semana y programar días específicos para permitirse indulgencias. Esta metodología, respaldada por la experiencia de Román, es efectiva para mantener una dieta baja en grasas saturadas y rica en fibra. Además, resaltó que los cambios en la alimentación, por pequeños que parezcan, pueden tener un impacto significativo en la salud.
«Realizar cambios aparentemente pequeños pero consistentes en la dieta puede tener un impacto significativo en la salud de una persona», enfatizó Román y subrayó la importancia de la consistencia y la disciplina en la alimentación para prevenir enfermedades cardiovasculares.
El seguimiento y control: claves en el cuidado cardiovascular
El seguimiento constante es esencial en el cuidado de pacientes con problemas cardiovasculares. Román explica que, en su práctica, realizan citas cada tres meses para permitir a los pacientes tiempo suficiente para implementar cambios y medir su efectividad. Esto es particularmente relevante para personas con diabetes que también tienen niveles elevados de colesterol y triglicéridos. La experta asegura que, “siguiendo una dieta adecuada y un estilo de vida saludable, se pueden lograr mejoras notables en tan solo tres meses”.
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Sin embargo, Román advierte sobre la influencia de la genética en algunas personas que producen niveles elevados de colesterol en el hígado. “En estos casos, la colaboración entre médicos y dietistas es crucial. Antes de considerar medicamentos, se enfocan en implementar un régimen de ejercicio y una dieta baja en grasas y rica en fibra soluble”, dijo.
El rol de los nutrientes: carbohidratos, vitaminas y más
El papel de los nutrientes es fundamental en la prevención de enfermedades cardiovasculares. En este sentido, Román enfatiza la importancia de los carbohidratos, a menudo estigmatizados. “Estos nutrientes, junto con las vitaminas del complejo B, como la B12, B6 y ácido fólico (B9), trabajan juntos para reducir la homocisteína, un aminoácido que endurece las arterias”. La experta destacó también que los carbohidratos son una fuente crucial de energía.
«Los carbohidratos son nuestra principal fuente de energía», sostiene Román. Sin embargo, advierte que su consumo debe ser equilibrado y que no son saludables cuando se consumen en exceso o se combinan con grasas y azúcares simples, como en productos de repostería. Aquí, la dieta rica en fibra y las opciones integrales son preferibles.
La importancia de las grasas saludables y el control de porciones
La licenciada también recalca que no todas las grasas son perjudiciales para la salud cardiovascular. Existen grasas monoinsaturadas presentes en alimentos como el aguacate, el aceite de oliva y las almendras, que son beneficiosas para elevar el colesterol «bueno» y reducir el colesterol «malo». Sin embargo, insiste en la importancia de controlar las porciones, especialmente cuando se busca mantener o perder peso.
«La clave está en encontrar un equilibrio adecuado en la dieta y mantener la disciplina», enfatiza Román. En su práctica, a menudo encuentra pacientes que, al acudir a restaurantes vegetarianos o veganos, se enfrentan a una amplia variedad de opciones tentadoras. En estos casos, el control de las porciones y la atención al contenido de sodio son cruciales para mantener una alimentación equilibrada.
Dietas veganas y vegetarianas
La conversación se centró también en las dietas veganas y vegetarianas, que han ganado popularidad en los últimos años. Román destaca que estas dietas pueden ser beneficiosas para la prevención de enfermedades inflamatorias como la enfermedad arterial periférica. “Eliminar grasas saturadas al evitar productos de origen animal, como la carne y los lácteos, es un enfoque positivo para la salud cardiovascular”.
Sin embargo, advierte que “es esencial planificar estas dietas de manera equilibrada y, en caso de dudas, buscar orientación de un nutricionista. También menciona la existencia de variantes dentro del vegetarianismo y veganismo, como la dieta lacto-ovo-vegetariana, que permite incluir huevos y lácteos. La elección depende de las preferencias individuales y los objetivos de salud de cada persona”.
La dieta cetogénica (Keto): ventajas y precauciones
La licenciada también abordó la controvertida dieta cetogénica (Keto). Esta dieta se caracteriza por reducir significativamente la ingesta de carbohidratos y promover la quema de grasas como fuente de energía. Román enfatiza que, aunque esta dieta puede tener ventajas, “debe llevarse a cabo con precaución y bajo supervisión médica para evitar posibles efectos adversos en la salud cardiovascular”.
Uno de los desafíos de la dieta Keto es la reducción drástica de la variedad de alimentos disponibles. A menudo, se recurre al consumo de aguacate para compensar las calorías eliminadas al reducir los carbohidratos. Román señala que, desde una perspectiva cardiovascular, “esta dieta no tiene un impacto tan pronunciado como en personas con diabetes, quienes deben tener precaución debido a la posibilidad de cetoacidosis”.
“La diabetes es una afección cardiovascular, al igual que la presión arterial alta y la enfermedad arterial periférica. Cada individuo es único, y lo que funciona para uno puede no ser adecuado para otro. Por esta razón, busca orientación de un nutricionista o profesional de la salud para recibir recomendaciones personalizadas y adecuadas a sus necesidades y condiciones de salud específicas”.
Para finalizar, la licenciada en dietética, Jessica Román, destacó la importancia de “mantener una dieta equilibrada, controlar las porciones y prestar atención a la calidad de los alimentos que consumimos”.
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