Esclerosis múltiple: Por qué los hombres tendrían más riesgo de discapacidad
Pese a que la esclerosis múltiple es más común en las mujeres, los hombres tendrían mayor probabilidad de que, cuando la desarrollen, tengan más discapacidad a causa de la condición, que se caracteriza por afectar el cerebro y la médula espinal.
De acuerdo con la ciencia médica, esta condición suele ser más común desarrollarla en pacientes entre los 20 y 40 años de edad. Sin embargo, desafortunadamente, cada vez hay más casos reportados en diferentes etapas de la vida, incluida la infancia.
Según han reportado algunos neurólogos, aunque la esclerosis podría ser responsable de problemas para caminar, moverse y hacer actividades normales del diario vivir, los hombres tendrían mayor riesgo de tener daños en la vaina de mielina, que es la capa protectora de las neuronas, lo que podría causar problemas en los nervios que, a la larga, conlleva a la discapacidad física.
De hecho, la Sociedad Española de Neurología (SEN) ha evidenciado que tres de cada cuatro pacientes con esclerosis múltiple tienen algún tipo de discapacidad reconocida. Incluso, evidenciaron que esta condición se enmarca como la segunda causa de discapacidad más común entre las sociedades, después de los traumatismos craneoencefálicos.
“En todo el mundo, en los últimos cinco años, ha aumentado cerca de un 20% el número de pacientes con esclerosis múltiple. En este aumento están implicados tanto la mejora de las técnicas diagnósticas como las opciones de tratamiento de esta enfermedad, lo que ha ayudado tanto a identificar los casos como a aumentar la esperanza y la calidad de vida de los pacientes”, señaló a Gaceta Médica, Ana Belén Caminero, coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Desmielinizantes de la Sociedad Española de Neurología.
Sin embargo, aunque el riesgo de discapacidad podría ser levemente mayor en los varones, existen investigaciones que aseguran que la progresión de la enfermedad dependerá, principalmente, del tipo de esclerosis diagnosticada y no directamente del sexo de quien la padece.
Por ejemplo, un estudio publicado en la revista Therapeutic Advances in Neurological Disorders evidenció que, aunque las mujeres son más propensas al dolor, la depresión y el deterioro cognitivo relacionado con la enfermedad, la diferencia en la progresión de la enfermedad fue más significativa entre los dos subtipos y debe tenerse en cuenta para el tratamiento del paciente.
En pacientes jóvenes, según ha descrito la ciencia médica, el riesgo de sufrir síntomas como fatiga, espasticidad, problemas de visión, incontinencia y dificultades para caminar, se ha vuelto cada vez más común.
Otros pacientes, que ya llevan tiempo con la enfermedad, también han presentado mayor riesgo a comorbilidades que van desde ansiedad, depresión e hipertensión, hasta trastornos del sueño y más.