Sinovitis, todo lo que debes saber
La sinovitis es un proceso inflamatorio que afecta a la membrana sinovial, es decir, al revestimiento principal de la cápsula articular que cubre las articulaciones móviles de nuestro cuerpo; eventos como un trauma ocasional o un estrés mecánico repetido a lo largo del tiempo pueden fácilmente conducir a ataques contra esta estructura.
Los síntomas típicos de la sinovitis son esencialmente
- Dolor
- Restricción de movimiento
Sin embargo, esta sintomatología puede aumentar y posiblemente implicar otras estructuras articulares si la inflamación tiende a volverse crónica.
El tratamiento es principalmente farmacológico, mediante la administración de medicamentos antiinflamatorios y analgésicos.
Causas
La membrana sinovial que cubre las articulaciones puede causar fácilmente dolor y la primera causa de ello puede ser una acumulación patológica de líquido sinovial que está fisiológicamente contenido dentro de la articulación.
Este proceso inflamatorio puede tener un origen ocasional, debido a un traumatismo o a una sobrecarga funcional prolongada de la articulación examinada. Una articulación que muy a menudo está sujeta a este tipo de sobrecarga es la articulación de la rodilla.
En otros casos, la sinovitis es la manifestación de una patología sistémica subyacente:
Artritis reumatoide: una patología autoinmune que conduce a la inflamación crónica y degenerativa de diferentes articulaciones del cuerpo del paciente afectado. La inflamación puede a veces llevar a la pérdida de la función de la articulación y a una posible deformación anatómica de la misma.
La articulación afectada muy a menudo presenta dolor, calor, enrojecimiento. Sin embargo, las articulaciones afectadas en este caso suelen ser más de una y no están relacionadas funcionalmente.
Artrosis: Degeneración crónica de algunas articulaciones sobre una base mecánico-funcional, principalmente debido al desgaste relacionado con el tiempo.
Síntomas
Desgraciadamente, toda patología articular se manifiesta en la mayoría de los casos en la misma forma completamente inespecífica (es decir, a menudo independientemente del mecanismo subyacente); por lo tanto, sigue siendo difícil para el médico identificar la causa determinante, pero desde el punto de vista clínico la terapia inicial es por lo general igual de común (es decir, la terapia del dolor sintomático).
Por lo tanto, los signos y síntomas característicos de la sinovitis son:
- dolor con el movimiento en las etapas iniciales y posteriormente también en reposo, debido a la inflamación crónica
- enrojecimiento de la piel superpuesta
- hinchazón de las articulaciones debido a la acumulación de líquido por cambios en la permeabilidad vascular de forma inflamatoria
- limitación funcional de la articulación, relacionada con el dolor que experimenta el paciente, especialmente con movimientos más grandes e hinchazón debido al líquido acumulado
Diagnóstico
El diagnóstico de la sinovitis suele ser muy complejo, ya que la mayoría de las enfermedades articulares aisladas se manifiestan con dolor; lo que puede interpretarse trivialmente como sinovitis articular aislada puede en realidad ocultar una patología sistémica mucho más grave, como la artritis reumatoide.
El primer tipo de investigación está representado, como siempre, por una cuidadosa evaluación clínica del paciente y la sintomatología que reporta:
- en una sola articulación o en más de una
- modos y los tiempos de aparición
- características particulares del dolor
- Hábitos y estilo de vida que, sin embargo, pueden representar factores de riesgo para la aparición de una enfermedad crónica de las articulaciones.
Posteriormente, es posible solicitar al paciente exámenes hemoquímicos (para determinar si existe o no un estado inflamatorio) y, más concretamente, exámenes instrumentales que permitan evaluar directamente la propia articulación. El examen de primer nivel que puede evaluar la cápsula articular y los componentes de los tejidos que, además de las cabezas de los huesos, participan en la formación de la articulación está representado por un ultrasonido.
Si se sospecha que hay alguna alteración en el hueso, puede ser necesario tomar radiografías y, por último, se pueden realizar investigaciones de segundo nivel como la resonancia magnética (siempre dirigida al estudio de los tejidos blandos como los tendones, la cápsula y los ligamentos) o una tomografía computarizada.
También es posible realizar una toma de muestras de líquido sinovial para evaluar su composición y la posible presencia de inflamación y/o infección real.