Tuve un stroke o accidente cerebrovascular: ¿Qué cuidados debo tener?
Si lograste sobrevivir a un accidente cerebrovascular hay noticias buenas y malas. Las malas, es que el riesgo de que enfrentes uno nuevo es más alto. Las buenas, es que puedes evitarlo si sigues una serie de recomendaciones que, a continuación, conocerás de la mano de BeHealth y de la American Stroke Association.
La rehabilitación
Por lo general, los stroke suelen generar distrofias musculares y problemas de movilidad. Por ello, es recomendable que el paciente que se ha enfrentado a un stroke implemente, de la mano de un profesional, ejercicios de motricidad, de movilidad, terapia inducida por restricción, entre otras técnicas que contribuirán significativamente en la mejora de los pacientes.
En el equipo de profesionales de la salud que tratan a quienes se recuperan de un ACV están el fisiatra, el fisioterapeuta, la terapista ocupacional, la enfermera de rehabilitación, los patólogos del habla y el lenguaje, así como los terapeutas de recreación e, incluso, psicólogos y psiquiatras.
Meditación
Hay investigaciones que aseguran que meditar contribuye con varios de los aspectos que causan los stroke como: reducción de la depresión, el cansancio y la fatiga; además, Mejora la atención, la regulación de las emociones y la flexibilidad mental, así como logra que el cerebro mejore el procesamiento de la información.
Técnicas
Dentro de la rehabilitación a la que te sometas, la asociación describe algunas de las técnicas que experimentarás y que traerán múltiples beneficios para tu salud.
• Actividades de la vida diaria como comer, bañarse y vestirse.
• Movilidad (pasar de la cama a una silla, caminar, subir escaleras o usar una silla de ruedas).
• Aptitudes de comunicación en el habla y el lenguaje.
• Aptitudes cognitivas como la memoria o la resolución de problemas.
• Aptitudes sociales, interactuar con otras personas.
• Función psicológica para mejorar las habilidades de enfrentar problemas y tratamiento para superar la depresión, si fuese necesario.
Dieta
La ciencia médica ha evidenciado que adoptar hábitos alimenticios saludables beneficia significativamente la salud neurológica y vascular. Por ello, de la mano de un nutricionista, adopta una dieta rica en frutas y verduras, baja en grasas trans y carnes rojas, pero abundante en pescado y carnes blancas. La dieta mediterránea suele ser una de las principales aliadas en medio de la recuperación.
Dormir bien
Así mismo, no te desveles. Dormir es uno de los procesos más beneficiosos para la salud cerebral. Por ello, aunque te suene cliché, intenta dormir al menos 8 horas diarias. No solo tu cerebro sino que tu cuerpo y organismo en general te lo agradecerán.
De hecho, los neurólogos aseguran que dormir contribuye con la recuperación del ACV porque permite que los recuerdos de corto plazo se queden en la mente y logren ser recordados en tiempos posteriores.
Ayuda psicológica
No debes minimizar la salud mental luego de enfrentar esta patología, por ello acude periódicamente al psicólogo para chequear tu estado de ánimo.