Microcefalia, qué es y en qué semana del embarazo podría detectarse
En el campo médico se diagnostica con microcefalia a todo niño que tenga el tamaño de su cabeza más pequeño de lo normal.
Cuando un bebé o niño se encuentra en el vientre, su cerebro va creciendo y cuando esto ocurre aumenta también el tamaño de su cabeza.
Tener un tamaño inferior al normal puede ser una señal de qué el cerebro no se está desarrollando como debería. En algunos casos, al no lograr un desarrollo completo el niño puede presentar discapacidades tanto intelectuales como físicas, pero a su vez, algunos diagnósticos de microcefalia también pueden recibirse sin que el menor presente algún tipo de retraso.
¿Cómo se diagnostica?
Durante el embarazo
La microcefalia puede diagnosticarse durante el embarazo o después del nacimiento del bebé.
Durante el embarazo las indicaciones de los CDC señalan que debe realizarse una ecografía o ultrasonido a finales del segundo trimestre del embarazo, entre la semana 20 o 22 de gestación o después de este tiempo, momento en el que el bebé ya tiene un desarrollo significativo.
Después del nacimiento
Después del nacimiento del bebé también es posible llegar al diagnóstico de microcefalia, en este caso, el personal médico medirá la distancia alrededor de la cabeza del recién nacido, lo que se conoce como circunferencia de la cabeza o perímetro cefálico.
Luego de tener esta medida el personal médico comparará los datos con otras cifras de población por sexo y edad para verificar si el tamaño de la cabeza es significativamente o extremadamente más pequeña en comparación con bebés de la misma edad y sexo.
Para los bebés que han nacido por parto vaginal se recomienda que la medida se tome luego de 24 horas para garantizar que se haya resuelto la compresión debido al paso por el canal del parto. Asimismo, el especialista podría recomendar una tomografía computarizada o una resonancia magnética para confirmar el diagnóstico.
¿Tiene la microcefalia relación con otras condiciones?
Dependiendo de si es una microcefalia leve o grave, el bebé puede presentar ciertos problemas adicionales como los siguientes:
- Convulsiones
- Retraso en el desarrollo
- Problemas para alimentarse
- Pérdida de audición
- Problemas visuales
- Discapacidad intelectual
- Problemas de movimiento y equilibrio
En los casos en los que los bebés son diagnosticados con microcefalia grave, pueden requerir un acompañamiento médico para hacer un seguimiento constante a su crecimiento y desarrollo e identificar de forma oportuna otras complicaciones que pueden estar relacionadas con la condición.
¿Por qué se presenta la microcefalia?
De acuerdo con los CDC aunque se desconocen las causas exactas de la presencia de esta condición algunos bebés pueden presentar microcefalia por cambios en sus genes, pero también, se destacan otros tipos de causas que podrían llevar incluso a la microcefalia grave, entre los que se destacan:
- Haber contraído algunas infecciones como rubéola, toxoplasmosis o el citomegalovirus.
- Por casos de desnutrición grave, es decir, falta de nutrientes o de adecuada alimentación
- Contacto o exposición a sustancias dañinas como alcohol, medicamentos o sustancias químicas tóxicas.
- Como consecuencia de una interrupción en el flujo de sangre al cerebro del bebé durante su desarrollo.
En caso de recibir un diagnóstico es importante que consulte con su médico los pasos a seguir, dependiendo del estado de la condición, es posible que el bebé deba recibir una atención oportuna.
Se ha evidenciado que los servicios de desarrollo temprano con frecuencia ayudan a los bebés a mejorar sus capacidades físicas e intelectuales.
Algunos de sus tipos de terapias pueden incluir terapia del habla ocupacional y física, además los bebés puede ser tratados con medicamentos para las convulsiones y otras alternativas.
Con información Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades