¿Parto en el agua?: pros y contras
El parto en el agua se trata de dar a luz en un jacuzzi. Es una técnica que está de moda pero antes de decidirse a dar a luz en el agua es muy importante informarse bien, hablar con su médico para saber si podrá afrontar un parto en el agua. En primer lugar, este tipo de parto está reservado para mujeres en buen estado de salud con un embarazo tranquilo completado (37/41 semanas) y con un feto en posición cefálica.
El parto en agua alivia el dolor del parto y acompaña, sin traumatismos, al bebé en su paso del canal del parto al mundo exterior. Además, relajarse en un baño tibio también hace que las contracciones del útero sean más efectivas.
No solo eso, el agua contrarresta la fuerza de la gravedad a la vez que disminuye la presión ejercida sobre la espalda, aliviando el dolor. Además, para el bebé, el agua recuerda el ambiente intrauterino, amortigua luces, ruidos y colores. Pero, ¿el parto en el agua siempre es seguro ? ¿El bebé respira bajo el agua? ¿Cuáles son las ventajas del parto en el agua y cuáles son las contraindicaciones?
Nacimiento de agua: qué es
El parto en el agua es un método alternativo para dar a luz. Dar a luz en una tina te permite experimentar con varias posiciones, como en cuclillas o de rodillas, con la ayuda de la partera. Puedes elegir permanecer en la bañera durante las 3 fases (parto, expulsión y placenta) o salir después de la fase de parto. El consejo no es decidir primero si dar a luz al bebé bajo el agua sino elegir la que mejor te haga sentir en ese momento. De todas formas, muchas mujeres, pasada la primera fase, deciden continuar la experiencia en la bañera hasta el parto.
Parto en el agua: ventajas
Varios estudios científicos muestran que el parto en el agua reduce significativamente la demanda de anestesia epidural o espinal.
No solo eso: sintiéndote más relajada, gracias a la temperatura del agua entre 36 y 37 °C, te sientes más involucrada, porque tienes la sensación de tener el control total de la situación. De hecho, dar a luz en el agua te da la sensación de poder gestionar el nacimiento de tu bebé de la manera más personal e íntima .
Beneficios para la mamá
El agua caliente tiene un papel terapéutico:
- Relajar los músculos y respirar
- El peso del cuerpo es soportado por el agua
- Promueve la producción de endorfinas (las hormonas de la felicidad) y oxitocina
- Disminuye la producción de catecolaminas, hormonas producidas en situaciones de gran estrés, y de adrenalina
- Mejora la circulación sanguínea
- Disminuye la percepción del dolor (efecto analgésico natural)
- Las catecolaminas, normalmente producidas en situaciones de tensión y estrés, disminuyen.
- Las contracciones se sienten con menos intensidad
- La duración de la dilatación cervical se reduce
- Mejora la circulación sanguínea
- La percepción del dolor se reduce
- Puedes cambiar de posición con gran facilidad
- El agua hace que los tejidos del perineo sean más elásticos: la episiotomía casi siempre se evita.
Beneficios para el recién nacido
Incluso para el bebé, parecería que el parto en el agua es beneficioso. De hecho, el parto es más cómodo porque el bebé nace en agua a 37 grados y le recuerda al líquido amniótico en el que vivió durante 9 meses. Además, con el parto en el agua, el bebé estaría más tranquilo. Finalmente, en este tipo de parto se privilegia el contacto piel con piel, que se considera fundamental para establecer la oxigenación y facilitar la lactancia.
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Parto en el agua: contraindicaciones
Si son muchas las ventajas y beneficios que se pueden obtener del nacimiento de tu bebé en el agua, también es cierto que existen contraindicaciones.
De hecho, parecería que los partos en el agua aumentarían el riesgo de infecciones para las madres y los bebés. En concreto, la madre, a través del agua, podría convertirse en vehículo de contagio para su pequeño, sobre todo en el caso de infecciones por herpes . El Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos también destaca algunos posibles riesgos para el recién nacido, como:
- Legionella causada por la inhalación de partículas de agua
- Posibilidad de daño al cordón umbilical
- Dificultad respiratoria
- Asfixia y convulsiones
Parto en el agua: ¿todas las mujeres pueden hacerlo?
Dar a luz en el agua es, sin duda, una experiencia profunda y fuerte, pero, para que sea factible, deben estar presentes requisitos específicos. Veamos cuales:
- El embarazo debe ser fisiológico, es decir, sin riesgo
- No puede ser un parto inducido
- Debe completarse (37/41 semanas)
- No puede ser embarazo gemelar
- No puedes tener preeclampsia
- No debe haber sangrado vaginal excesivo
- Antes de entrar al agua, el parto debe estar bien iniciado (dilatación de 3/5 cm)
- Si el trabajo de parto se prolonga demasiado, no se recomienda el parto en el agua
- El niño debe estar en posición cefálica solamente
- No debería haber dificultad para seguir los latidos del corazón del feto
Además, la futura madre debe ser informada por el personal médico que la literatura científica sobre el tema es aún escasa y, en consecuencia, los datos en posesión se consideran insuficientes para elaborar un estudio de caso científico sobre los riesgos y beneficios de este método de parto.
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