Hipertensión en el embarazo: qué es, cuándo se produce y cómo combatirla
El embarazo es un momento muy delicado en la vida de cualquier mujer y como tal debe ser protegido. En algunas situaciones específicas, pueden surgir complicaciones durante este periodo concreto, como la hipertensión relacionada con el embarazo.
También conocida como hipertensión gestacional, se da en el 10-20 % de las mujeres embarazadas y, si no se trata, puede poner en peligro la salud del feto y de la madre.
Conoce más aquí: Cuánto mide tu bebé en la semana 30 de embarazo
¿Qué es la hipertensión gestacional?
La hipertensión en el embarazo o gestación se refiere a un aumento transitorio de los valores de la presión arterial por encima de 140/90 mmHg (milímetros de mercurio).
Esta condición debe darse en al menos 2 mediciones consecutivas, con al menos 6 horas de diferencia.
La hipertensión de este tipo se diagnostica después de la semana 20 de embarazo en mujeres previamente normalizadas. En este caso, la presión arterial debería volver a la normalidad entre 6 y 12 semanas después del parto.
Síntomas de la hipertensión en el embarazo
El aumento de la presión arterial puede asociarse a dolores de cabeza, malestar general, náuseas, taquicardia o ser completamente asintomático. Por este motivo, durante los distintos meses de embarazo es aconsejable comprobar los valores de la tensión arterial una o dos veces por semana o, al menos, cada vez que se produzca uno de los síntomas mencionados.
¿Quiénes son las que corren más riesgo?
Los grupos con mayor riesgo de hipertensión en el embarazo son las mujeres embarazadas en su primer embarazo, las que esperan un parto gemelar, las mujeres con hipertensión crónica, enfermedad renal, diabetes mellitus.
Las mujeres que han sufrido previamente preeclampsia o simplemente hipertensión gestacional también están en riesgo. De hecho, la hipertensión en una mujer embarazada puede ser un signo de complicaciones más graves, como la gestosis (preeclampsia), la eclampsia y el síndrome HELLP.
Hipertensión en el embarazo: ¿se puede prevenir?
No existen parámetros específicos que permitan detectar con antelación un embarazo con riesgo de hipertensión.
Para iniciar el tratamiento a tiempo, basta con realizar exámenes ginecológicos rutinarios de forma escrupulosa, así como controlar la presión arterial dos veces por semana, los análisis de orina y las pruebas de creatinina. Estas precauciones son suficientes para detectar a tiempo cualquier complicación.
Tratamiento de la hipertensión arterial en el embarazo
Algunos fármacos para la hipertensión no son seguros para el feto, pero hay algunos que pueden utilizarse durante el embarazo y la lactancia. Por otra parte, no existen verdaderas terapias para la preeclampsia, excepto, por supuesto, el parto.
Te puede interesar: ¿El estrés puede afectar mi embarazo?