Ateroesclerosis: causas, síntomas y terapias
¿Qué es?
La aterosclerosis es una enfermedad crónica que afecta a las arterias medianas y grandes.
Se caracteriza por la presencia de depósitos de grasa (placas o ateromas) en las paredes internas de las arterias que, con el tiempo, aumentan de volumen, reduciendo su elasticidad y obstaculizando el flujo sanguíneo.
¿Qué tan difundida está?
La aterosclerosis es la enfermedad vascular más extendida en el mundo, especialmente en los países industrializados, donde constituye un importante problema de salud.
En general, afecta a las personas mayores después de los 65 años, pero las placas comienzan a formarse a una edad temprana y la edad de mayor riesgo es alrededor de los 50 años.
Causas
La acumulación de grasa en las paredes arteriales es la principal causa de la aterosclerosis y generalmente son las placas de colesterol y triglicéridos.
Hay factores que pueden favorecer la aparición de la aterosclerosis, como el sedentarismo y el exceso de grasa en la sangre (hipercolesterolemia), que puede ser causado por un defecto hereditario (hipercolesterolemia familiar) de eliminación de grasas, o por una dieta demasiado rica en grasas animales.
Otros factores de riesgo son: fumar, diabetes, hipertensión, obesidad.
Síntomas y diagnóstico
Es posible que la aterosclerosis no presente síntomas durante mucho tiempo.
Sin embargo, de repente, cuando la arteria afectada está completamente o casi completamente obstruida por placas, puede ocurrir en forma de: ataque cardíaco (arterias coronarias), angina de pecho (coronarias parcialmente obstruidas) o accidente cerebrovascular (arterias cerebrales obstruidas).
El diagnóstico suele ocurrir al azar, precisamente durante una manifestación aguda (ataque cardíaco y accidente cerebrovascular).
El electrocardiograma y los análisis de sangre son suficientes para hacer el diagnóstico, luego hay pruebas instrumentales que miden el flujo arterial.
Complicaciones
Las principales y más peligrosas consecuencias de la aterosclerosis son los ataques cardíacos y los derrames cerebrales.
La presencia de placas causadas por la hipercolesterolemia aumenta el riesgo cardiovascular, es decir, la probabilidad de desarrollar un trombo dentro de un vaso sanguíneo con la consiguiente obstrucción del mismo.
Tratamiento
Los medicamentos para combatir la formación y el desarrollo de la placa son diferentes y se denominan hipolipidémicos.
Actualmente la clase de drogas más utilizada es la de las estatinas que actúan reduciendo los niveles en la sangre, tanto de colesterol como de triglicéridos. Estos medicamentos siempre deben ser recetados por un médico.
El estilo de vida y la dieta también pueden ayudar a reducir el riesgo cardiovascular.
La dieta debe ser baja en grasas animales (carne roja, mantequilla, manteca, fiambres y salchichas) y rica en verduras, cereales y fruta. El peso debe mantenerse bajo control constante.
El ejercicio regular, una dieta controlada y la prohibición de fumar son también normas fundamentales para la prevención de las complicaciones de la aterosclerosis.
Cuándo consultar a tu médico
Incluso en pleno bienestar, si ha habido o hay familiares en la familia con problemas cardiovasculares como hipertensión, accidente cerebrovascular, angina de pecho o infarto de miocardio, es bueno que los familiares directos (hijos) de la persona ya afectada, consulten al médico para mantener bajo control los valores de grasa en la sangre, peso y presión arterial, especialmente cuando se llega a los 50 años.
En el caso de la hipercolesterolemia familiar, lo mejor es vigilarla desde una edad temprana, posiblemente antes de que se produzcan las complicaciones.