Tengo un brote o recaída de la colitis ulcerosa: ¿qué comer y qué evitar?
¿Tienes colitis ulcerosa y estás cansado de probar fallidas dietas en internet? Pues qué mejor que conocer algunos consejos de la mano de alguien que padece la condición. Sí, así como lo lees, en nuestro especial de concientización sobre esta patología, BeHealth conversó con Chiara Tarafa, una joven que desde su infancia fue diagnosticada con colitis.
La paciente, que recibió la noticia que padecía esta enfermedad inflamatoria intestinal (Eii) cuando tenía tan solo 7 años de edad, aseguró que el proceso de cada persona es independiente, pero quiso contribuir contando cómo ha hecho para sobreponerse a los brotes o recaídas, que son comunes en los pacientes con dicho trastorno.
“Yo he implementado el ejercicio como parte de mi rutina diaria porque me ha ayudado a aliviar el estrés, porque hago muchas cosas en mi día a día y ha sido una herramienta esencial, porque es un espacio donde yo puedo liberar todas las tensiones que tengo. El estrés es un factor que tiende a influenciar lo que es la recaída dentro de la condición. Y poco a poco, mientras se va, puede caer en una recaída, que es lo que queremos evitar en lo mayor posible”, dijo.
Sobre la alimentación
De acuerdo con la literatura científica, la mejor recomendación es evitar alimentos que propicien la inflamación, un escenario impensable en pacientes con colitis que, de por sí, ya se enfrentan constantemente a este síntoma característico de la Ell.
Por esa razón, Chiara le dejó una especial recomendación a quienes como ella padecen colitis y no encuentran los alimentos que les sirven o, por el contrario, les empeora la condición.
“Mi consejo sería ir probando con los diferentes alimentos que ingieres día a día y ver qué te conviene, qué te cae bien, qué te cae mal y ver qué es lo que más te beneficia”, comentó, mientras reveló los alimentos que ingiere y a los que tuvo que decirles un ‘no’ rotundo.
“Yo como muchos vegetales, he tratado de eliminar completamente lo que es la carne roja, porque a mí no me cae bien. Las frituras también las he eliminado. La salsa es algo que también he eliminado. He tratado de irme con comida de mar, pollo y tratando de comer lo más limpio posible, porque es lo que me funciona a mí”, señaló.
¿Qué se siente durante una recaída?
Por lo general, las recaídas de la colitis suelen causar inflamación, debilidad y otra serie de síntomas que pueden jugarle una mala pasada a los pacientes con la enfermedad. Chiara se sinceró sobre qué siente ella cuando se enfrenta a esos difíciles momentos de su condición:
“A mi me da inverso, me extriño completamente. Entonces tengo esos mismos síntomas de dolor abdominal y todo lo demás, pero no eliminando todo lo que como, se me va acumulando todo y llega un punto que yo tengo que estar tomando laxantes constantes para poder eliminar todo eso de mi cuerpo porque si tu sigues alimentando tu cuerpo y este sigue creando esas heces, va a llegar a un punto que también te intoxique”, reflexionó.
¿Tengo que aguantarme las ganas de un antojito?
Asimismo, se refirió a si es bueno o malo que los pacientes con colitis se abstengan de consumir dulces, refrescos, helados o ingerir esos mal llamados ‘gustos culposos’ que, aunque podrían incidir en la condición, te alegran el corazón cuando los ingieres.
“Yo soy de las que piensa que no se debe restringir nada porque si te restringes eso te haces daño a ti mismo, porque tu mente crea como un bloqueo, por decirlo así, y cuando verdaderamente tienes ganas de algo y estás en las condiciones para hacerlo, no te lo vas a poder comer. Yo por lo menos trato de que mientras esté controlada en mi condición y estoy en remisión, si hoy tengo ganas de comer un chocolate, pues yo me lo como. Pero también con balance, no comértelo todos los días porque eso también puede afectar tu inflamación”, exhortó.
Finalmente, Chiara le recomendó a los pacientes con colitis que busquen grupos de apoyo para que entiendan que no son “la única persona que padece de la enfermedad” y ese apoyo les permitirá salir avantes de este proceso que, desafortunadamente, es de por vida pero que puede ser llevadero con un diagnóstico y tratamiento oportuno.