mayo 19, 2025

6 tips para controlar la tos por esofagitis eosinofílica

Aunque muchos de los signos característicos de la esofagitis eosinofílica son la dificultad para tragar, el reflujo y el dolor abdominal; la tos suele ser un signo común en estos pacientes, aunque en una escala menos persistente. 

La tos crónica puede ser un signo temprano de esofagitis eosinofílica en algunos niños y puede ser un síntoma frustrante que puede resultar incómodo y molesto para realizar muchas tareas del día. 

¿Qué causa la tos en los pacientes con esofagitis eosinofílica?

Comúnmente, los glóbulos blancos llamados eosinófilos se acumulan en el esófago, que es el conducto porque por el que los alimentos entran al estómago. Los eosinófilos liberan unas sustancias químicas que causan tos e inflamación crónica y que, a su vez, irritan la garganta y generan dificultad para tener una adecuada deglución. 

Estas molestias pueden hacer que, particularmente en los niños, se presente una negación a la hora de comer o que suelan tener problemas de atascamiento en la garganta, que en caso de presentarse, puede incluso convertirse en una emergencia médica. 

Otras de las causas que pueden llevar a que las personas con este diagnóstico presenten tos crónica son algunas comorbilidades asociadas como asma, reflujo ácido y goteo retronasal, que deben descartarse a través de una valoración médica. 

Se recomienda consultar con especialistas en casos en los que la tos dure más de 8 semanas en el adulto o 4 semanas en niños, para que este pueda identificar la causa, ya sea por esofagitis eosinofílica o por cualquier otra afección, y para que, a su vez, pueda suministrar un tratamiento.

Para prevenirlo, intenta:

1. Identificar y evitar los desencadenantes 

La mayoría de las personas con esofagitis eosinofílica padecen una o más afecciones alérgicas como alergias alimentarias, asma, rinitis alérgica o dermatitis atópica. 

En la mayoría de los casos, los síntomas de la condición suelen estar relacionados con alergias alimentarias o alérgenos ambientales (como los ácaros del polvo, el polen y la caspa de animales), por lo que es importante evitar el contacto con este tipo de alérgenos para reducir los síntomas. 

Para validar cuál es el posible desencadenante puedes consultar con tu médico sobre la posibilidad de realizar una prueba de alergia de la mano de un alergólogo, quien puede usar diferentes tipos de pruebas para saber cuáles son las sustancias que realmente generan una reacción en tu cuerpo y luego de esto, poder suministrar un tratamiento para el control de esa sintomatología. 

¡Prueba con una dieta de eliminación! 

El alergólogo podría recomendar una dieta de eliminación de alimentos con el fin de aliviar la tos y otros síntomas. 

Entre las recomendaciones se puede incluir evitar el consumo de mariscos o de frutos secos o algún alimento puntual en el que se haya evidenciado que genera algún brote o empeore la tos. 

En algunos casos en los que la tos u otros síntomas sean severos, incluso podría llegarse a recomendar, seguir una dieta elemental que consiste en seguir una nutrición estricta básicamente en la que se consume una fórmula de aminoácidos y cierta cantidad mínima de alimentos que son considerados seguros.

2. Alternativas en tratamientos 

Es importante aclarar que sí existen medicamentos para dar control a la sintomatología de la esofagitis eosinofílica, incluida la tos. 

Consulta con tu especialista en esofagitis eosinofílica sobre los medicamentos aprobados por la FDA para el control de varios de los síntomas de esta condición y valida con tu alergólogo (en caso de presentar alguna condición asociada como el asma) sobre algunas alternativas que puedan ayudarte a abrir las vías respiratorias y tener una mejor calidad de vida. 

Puedes optar por tener varias opiniones médicas y no quedarte solo con una y no olvides consultar tanto los beneficios como las contraindicaciones de cada uno de estos medicamentos y elegir la mejor para ti.

3. Hidrátate constantemente 

Mantenerte hidratado de forma regular puede ayudarte a aliviar tanto la inflamación crónica que se presenta en la zona de la garganta como la tos crónica. 

4. Haz gárgaras con agua tibia y sal 

Este truco sencillo realizado varias veces al día puede ayudar a aliviar el dolor de la garganta y disminuir la tos. Puedes mezclar media cucharadita de sal de mesa en un vaso con agua tibia y hacer gárgaras sin tragar el líquido. 

5. No fumes 

El hábito de fumar puede empeorar la tos y hacerla cada vez más crónica. Si tú o algún familiar convive con el diagnóstico de esofagitis eosinofílica, es importante evitar la exposición al humo del tabaco, ya sea porque el paciente fuma o cuando se trata de humo de segunda mano.

6. Consulta con tu especialista sobre el uso de medicamentos de venta libre 

Existen muchos medicamentos que se venden en el mercado para manejar la tos, sin embargo, es mejor consultar con el especialista antes de tomar cualquier analgésico de venta libre. 

Algunos analgésicos como la aspirina o el acetaminofén se han relacionado con gastritis, inflamación del revestimiento del estómago y la esofagitis, inflamación del esófago. 

Algunos especialistas consideran que uno de los factores por los que se presenta esto es porque las personas consumen demasiados medicamentos con muy poco líquido, lo que provoca que las pastillas raspen o quemen el revestimiento del esófago. 

En caso de que tu especialista apruebe el consumo de este o cualquier otro tipo de medicamento oral, es recomendable que lo consumas con abundante agua para evitar este tipo de daños o irritación en la garganta.

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