5 cosas que sabemos y no sabemos sobre el COVID-19
Cinco años después: Lecciones aprendidas y preguntas sin resolver sobre el COVID-19
Hace cinco años, un grupo de personas en Wuhan, China, enfermó de un virus desconocido que ahora conocemos como COVID-19. Este germen, que no tenía nombre ni enfermedad asociada, desencadenó una pandemia que expuso inequidades en el sistema de salud global y transformó la opinión pública sobre el control de virus emergentes.
Aunque la humanidad ha adquirido inmunidad a través de vacunas e infecciones, el virus sigue presente, evolucionando constantemente y desafiando a los científicos.
Aquí presentamos lo que se sabe y lo que sigue siendo un misterio sobre el COVID-19.
Lo que se sabe sobre el COVID-19
1. Origen del virus
Se cree que el SARS-CoV-2, como otros coronavirus, circulaba inicialmente en murciélagos y pudo haber infectado a otras especies, como perros mapache o gatos civetas, antes de transmitirse a humanos en un mercado de Wuhan.
Aunque esta vía de transmisión es plausible, no se ha probado para este virus en particular. La teoría de una fuga de laboratorio también ha generado debate, pero la falta de evidencias concretas y la reticencia de China a compartir información complican la investigación.
2. Impacto mortal
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el virus ha causado más de 20 millones de muertes, aunque solo se han reportado oficialmente 7 millones. En Estados Unidos, unas 900 personas mueren semanalmente por COVID-19, y los mayores de 75 años son los más afectados.
“No podemos hablar del COVID en pasado, porque sigue con nosotros”, afirmó Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS.
En Puerto Rico, el Departamento de Salud informó recientemente que para 2024 se han acumulado 202,695 casos de COVID-19, incluyendo 91,841 reinfecciones, y 7,839 muertes asociadas.
3. Vacunas desarrolladas
Las vacunas contra el COVID-19 se desarrollaron a un ritmo récord, salvando millones de vidas. Las primeras, basadas en tecnología de ARN mensajero, fueron aprobadas menos de un año después de que se identificara el virus.
En Puerto Rico, las vacunas continúan generando debate. Según el Departamento de Salud, solo 112,136 personas en Puerto Rico de 3,263,584 tienen sus vacunas al día, lo que representa un 3.44%.
Ciertamente, las vacunas han demostrado ser seguras y eficaces contra enfermedades graves, su protección contra infecciones leves disminuye con el tiempo, lo que requiere refuerzos periódicos.
Actualmente, se investiga el desarrollo de vacunas intranasales que podrían bloquear mejor las infecciones.
4. Variantes predominantes
El virus ha sufrido múltiples mutaciones. Desde noviembre de 2021, ómicron y sus subvariantes han dominado a nivel mundial.
La variante XEC, un pariente de ómicron, es actualmente la más prevalente en EE.UU., representando el 45% de los casos recientes. Las vacunas y tratamientos existentes siguen siendo efectivos contra estas variantes.
5. Secuelas del COVID-19
El llamado “long COVID” afecta a millones de personas con síntomas persistentes como fatiga, niebla mental, dolor y problemas cardiovasculares. Aunque las tasas han disminuido, no se comprende completamente por qué algunas personas desarrollan esta condición y otras no.
Los estudios sugieren que la vacunación reduce el riesgo, pero la búsqueda de tratamientos efectivos continúa.
Te puede interesar: COVID-19 aumenta el riesgo de padecer diabetes tipo 2 en niños y adolescentes
Lo que aún no se sabe
1. Orígenes definitivos
La falta de evidencia concluyente y las tensiones políticas dificultan confirmar el origen del virus. Es posible que nunca se conozca con certeza cómo comenzó la pandemia.
2. Causas del long COVID
Aunque algunos investigadores han encontrado restos del virus en los cuerpos de pacientes meses después de la infección, esto no explica todos los casos. Los mecanismos exactos detrás de estas secuelas siguen siendo un misterio.
3. Durabilidad de la inmunidad
Aún se investiga cuánto tiempo dura la protección otorgada por las vacunas y las infecciones previas, especialmente contra nuevas variantes.
4. Vacunas de próxima generación
Se están desarrollando nuevas tecnologías de vacunación que podrían ofrecer inmunidad más duradera y efectiva, pero no están listas para implementarse ampliamente.
5. Evolución futura del virus
El SARS-CoV-2 sigue mutando, y los científicos deben monitorizar continuamente las variantes emergentes para ajustar estrategias de prevención y tratamiento.
A cinco años de su aparición, el COVID-19 sigue siendo un recordatorio de la necesidad de prepararnos para futuras pandemias y abordar las inequidades en la salud global.
Lee: COVID-19, influenza o VRS, ¿sabes cómo diferenciarlos?